Esperanzas en días sombríos
Alguna luz ábsit emerge en estos días sombríos,
sueño como cuál niño caminar por las calles,
son tantos meses confinados como con frío
y distanciados de los seres queridos vean que detalle.
Los temores fluyen como tormenta de arena,
que algunos hasta perdieron la razón primera
han flaqueado los fuertes lloran como recién nacidos,
preguntándose cuál será el cauce del destino.
Los abrazos y besos tienen que ser una reserva
y ni siquiera estrechar la mano que desea.
Las aguas del mar de los siete colores
ya no recibe los turistas que se juran amores
los hospitales son los lugares más visitados
y los hoteles lujosos han quedado cerrados.
Extraño el alboroto de los infantes en las calles
anhelo verlos jugar en los abandonados parques
ansío recoger a mis hijas en el colegio
las clases virtuales dan el privilegio
de respirar vida junto a la familia
cerca de ese panal que miel destila.
Mientras del cielo llueva algún alimento
ya que silenciado ha quedado el aeropuerto
los barcos pesqueros estan encallados,
los laboriosos taxistas gimen confinados
es que no hay gente que solicite una carrera
igualmente, los bolsillos están sin una moneda.
Los pequeños empresarios los atormentan las deudas
lamentan la situación que los lleva a la quiebra.
Los médicos exponen su preciada vida
y en los laboratorios la vacuna apenas ha sido concebida.
Hemos aprendido de esto a valorar la vida,
cuán importante es el aire puro que se respira,
nos ha enseñado a depender de la voluntad de Dios,
es que no teníamos oídos para escuchar su tierna voz
por fin, tenemos algo de tiempo para compartir en familia
llegó el tiempo de sentarse juntos y preparar una comida.
lenteja guisada, en sopa, en arroz, en jugo o colada,
mucha vitamina ha provisto sin ser tan anhelada.
Gracias al altísimo por sus infinitas misericordias
y estar con vida es una tremenda victoria.
Espero que florezca la esperanza como primavera,
que el ocaso llegue para el mal coronavirus,
hoy lo despedimos de nuestra hermosa patria
que sea desterrado y quede sin destino
anhelamos ver la luz del sol radiante,
una alegría tremenda en mi bella gente,
que se rompa el nido de algodón
que vuele la metamorfosis de corazón
que el soberano abra por nosotros el camino
y todos demos gracias al fin, unidos…
Que se escuche el jugar de los niños
el goce del platicar de las mujeres digo
esperanzado sueño con abrazar a mis amigos
con calidez sin temor por la enfermedad
y saludarlos emocionado con mucha fraternidad
llenos de confianza en un nuevo resurgir
de fe es importante forjarse para vivir
después de tantos infortunios crueles indefinidos
luchemos como guerreros por nuestros sueños amigos
y usemos de resiliencia infinita.
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