Dulce verano

El verano asomo su sombra, mientras Haydee se inundaba entre sus lagrimas pensando tan solo en la actitud violenta de  aquel mal hombre que había osado darle golpes en la cara ya había transcurrido 9 meses, se preguntaba a si misma si algún día volvería al menos ilusionarse con amar y ser amada. Parecía estar en un túnel en donde no podía salir y en verdad prefería quedarse así a ser lastimada otra vez, pues pensaba que todos los hombres eran así, que al principio todo era maravilloso y terminaban lastimando.

Pero todo cambio cuando conoció a Miguel, un hombre mayor que ella, amable, respetuoso, trabajador, atento y leal. Al principio, cuando sus miradas se encontraron nació un sentimiento genuino ;no podía explicarse tal hecho al igual que Miguel, solo sabían que al verse algo pasaba dentro de ellos, pasaron meses siempre charlaban hasta que un día Miguel por fin le propuso ir a la playa y Haydee acepto dichosa. 

 Y aquella tarde de verano, al atardecer en la playa él por fin se atrevió susurrarle al oído diciendo: Estaré para ti y si algún día no quieres hablar, llámame te acompañaré y podré contemplar tu belleza en el silencio y obscuridad.

Entonces ella supo con seguridad que estaba en el lugar correcto con la persona indicada, que pese al pasado cruel, había logrado sobreponerse y estos meses junto a él lo habían confirmado ya que le parecían un sueño maravilloso hecho realidad.