¿Qué es la felicidad?, eso siempre me pregunto, ¿mirar alrededor y sonreír?, sonreír como un idiota, siempre la misma sonrisa, siempre las mismas cuadras, la misma gente de mierda, las mismas miradas. Cada día cuento paso a paso mi andar y cada día ando más lento, como si ya no me importase llegar a mi hogar, como si ya no me interesase encerrarme en mi lúgubre cuartillo con poca luz y en silencio quedar parado mirando nada, hablando con nada, en silencio, simplemente en silencio, sigiloso, escondido del mundo, estoy cansado de arrancar, arranco de mi casa al trabajo, del trabajo arranco y llego a mi hogar, todos en el derredor camina felices y creo que igual yo, pero creo solo son falsas risas dibujadas en el rostro, maldita sátira del destino burlesco, busco y busco mi camino, cuento y cuento mis pasos, con la misma gente me saludo y me despido, del amanecer al ocaso, con la misma gente, los mismos árboles, los mismos perros amistosos, las mismas miradas cansadas, ya soy solo un silueta caminando entre siluetas que ni se perciben, ya nadie aprecia un buen saludar, una buena conversación callejera, es por esto que me encierro y en mí mismo me escondo, me refugio en mi cuartillo a poca luz y que bien me siento, en silencio, escondido del mundo…

Nuevamente a la calle me lanzo a buscar el pan diario, a mirar con la esperanza sátiras burlescas, a reír sin demostrarlo, ya ni con las personas me hablo, solo mis perros me entienden, solo mis animales comprenden el dolor incomprendido y sollozo y me gana el delirio, en rabia estallo, solo grito hacia dentro, alarido afónico de mi alma que se queda árida de tanto gritar y las ganas de expresar en los ojos se agolpan y presionan casi a punto de asomar, coronando desde el ser pero se nubla y se pierden las miradas y me calmo y camino, paso a paso, uno a uno los cuento con la risa maquillada en todo el rostro, con los ojos escurridos y la piel cada día más negra, con mis perros que no me dejan, con mi olor a hombre pobre y mi bolsa de alimentos, una vez más llego, un día más en mi cuartillo, me acurruco y sobre mi mismo duermo ya sin deseo de despertar ya sin ganas de andar pero el sol coronando en las montañas me levanta, mis perros juguetean, el hambre se hace nudo y las náuseas ya no aguanto pero es hora de andar, caminar paso a paso, cada uno de ellos los cuento, cada paso un lamento cada día busco el pan, cada día, con mis perros, con mi hambre, con mi olor de hombre pobre, con dolor al caminar, cada día, arrancando, cada día maquillando el rostro con sonrisas ya no sé qué es expresar, ya no sé qué es un sollozo, ni las lágrimas me brotan, no florecen sentimientos en un rostro tan seco, no florecen, hace como 20 años que no florecen, ya no hay primaveras ya no existen primaveras, solo ojeras que maquillo con sonrisas y frente a los escaparates me paro, con mi rostro maquillado en sonrisa y llanto y solo estiro la mano, “una moneda mi hermano” les digo con la dignidad que lo merece, con la vergüenza que maquillo, con mis perros en cada lado, con el futuro encadenado y las sombras del presente, con la piel brotando de marchita y la vergüenza en un bolsillo y lo reconozco se me cae y la recojo y pasan los años y no la disimulo noto cada mirada de asco, creen que soy un ser hosco, solo soy un anciano y me juzgan con la mirada y me observan desde sus moradas y yo muero solo por las calles, solo soy un hombre viejo, solo una moneda les pido para el pan, para el pan de cada día y creo hoy fue un mal día, pan para mañana hambre de cena y desayuno y al fin llego a mi cuartillo, en silencio, a oscuras,solo la luz del pensar se ve a lo lejos, en silencio, solo fue un mal día me repito solo fue…

Solía ser persona, solía salir los domingos, caminaba con la gente en sus rutinas, solía ser personas, comprar cosas, ropa, caminaba de la mano con mi amada, Elizabeth era su nombre, solíamos caminar, contar los pasos al andar uno a uno hasta el hogar, solíamos llegar a nuestro cuarto iluminado y en el descansar, mirarnos a los ojos y temblar, sonreír, hablar, las sonrisas naturales que ya no quedan, las mejillas sonrojadas de vergüenza, rosa reúne, solíamos contar paso a paso, y desde mi trabajo su nombre gritar Elizabeth, me parecía tan hermosa combinación de palabras que solo durante el día me lo repetía, Elizabeth, ecolalia hermosa entre mis labios.

Hoy te busco Elizabeth, hoy te busco Elizabeth paso a paso los cuento, paso a paso murmurando el nombre, con mis perros, con el pan, mi olor de hombre pobre y mi enfermedad, me abandono el mundo, me abandonaste, me abandono mi cordura, me quedo el lamento y la sonrisa que me enseñaste a maquillar, con la traición del mal aventurado hoy me aventuro y cada día me maquillo, cada día y salgo y paso a paso los cuento y paso a paso les pido, en mi trabajo no hay oficinas ni horarios, solo hambre sudor y desprecio, solo eso y un cuartillo a poca luz donde me escondo cada día refugiado en mis pensamientos.

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