VENDEDORES DE SU FUERZA DE TRABAJO

En el ámbito laboral, todos conocemos personas que gustan de responder afirmativamente a todas las propuestas, sugerencias y decisiones de los directivos.

También hay personas (pueden ser las mismas que las anteriores, generalmente lo son) que gustan de mostrar permanentemente lo habilidosas, creativas, proactivas que son.

Son los auténticos vendedores de su fuerza de trabajo, los que la venden adecuadamente.

Este tipo de personas las ubico en la categoría “capos de la vida”. Muchas de ellas son personas encantadoras, con algunas podemos ser amigos, inclusive.

En estos tiempos de virtualidad, los capos de la vida quedan expuestos. Y ellos lo saben, era el momento que estaban esperando. Andy Warhol ya nos había contado de esos 15 minutos de fama.

Les propongo este ejercicio: vayan al chat laboral, ese que tienen silenciado por una semana o un año, y léanlo: no hace falta que agregue más.

Este mismo ejercicio se aplica a las pasadas o próximas reuniones laborales vía zoom, meet, teams, etc. El rostro del personaje en cuestión en primer plano en la pantalla de tu notebook, con lentes, auriculares y libros de fondo, tal vez, hablando y hablando y hablando sobre todos los tópicos a tratar y los que no se trataron.

La densidad de la palabra escrita del chat y de la imagen en la pantalla es muy potente. Tanto, que detrás de todo se alcanza a leer y ver una multitud tribunera cantando: “Sos un forro botón, sos un forro botón, sos un forro botón la puta madre que te parió!!!”

Pido perdón por el exabrupto, pero sabemos que las multitudes tribuneras son así.

La obsecuencia y la megalomanía no se perdonan.