Me olvidaría de volver.

Me olvidaría de volver.

Gonzalo Sosa

21/10/2020

Quizás sería conveniente no pretender estar preparados para lo que acontece.

Un solo día en el que todos nos sintiéramos libres de admitir que no entendemos nada, que no sabemos qué hacer, que tenemos miedos y hambres.

Alguien como yo necesita encontrarle un por qué a cada cosa.

¿Por qué? Pues porque cada cual es libre de elegir aquello que lo termine haciendo enloquecer.

Y porque nada tiene la obligación de ser tan bueno.

Me reencontré con la demostración de que hay cosas que ya no se van a poder sanar y pensé que si yo inventara los viajes al pasado, me olvidaría de volver.

Al parecer, nunca estamos preparados para lo que ya sabemos que va a ocurrir. No estoy seguro, pero posiblemente allí radica la auténtica experiencia.

Para alguien como yo, que desperdició más oportunidades de las que merecía tener, darse cuenta de algunas cosas es un alivio. Para alguien como yo, que conoce de intentos fallidos, encontrar un propósito es un alivio.

Un alivio momentáneo, casi efímero, pero que con su promesa de alivio invita a volver a fallar, a volver a escribir. Porque a veces el motivo nace con el texto y, otras veces, el texto es el motivo.

Hay cosas que no podemos ver.

Etiquetas: reflexión

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