Adiós (amor que pudo ser y no fue…)

Adiós (amor que pudo ser y no fue…)

Hola…., por dentro tengo las grandes ganas de volverte a llamar amor, aun cuando nunca te llame así públicamente. Eres tan simple y compleja, un enigma dado a la vida, un ser etéreo, sin dueño y ajena a los sentimientos de aquellos que te buscan. Un acertijo que no pude resolver, y que a pesar de ello dejaba como marca la sensación de calidez y frialdad en mi recuerdo inmediato. Podría jactarme al infinito la calidez de mi memoria para traer al presente los sucesos de aquel día en que te conocí, pero no puedo fanfarronear con actos que aun no están a mi alcance, a decir verdad recuerdo aquel día  porque algo cambio en mi, aun no se que fue, si una percepción, una idea, un sentimiento o una ilusión; en si es algo que no puedo describir actualmente, es por ese sentimiento, por ese cambio que decidí seguirte, con la convicción de develar uno a uno tus misterios perdidos. No sabía quien eras, y lo único que conocía era tu nombre, pero para mi era suficiente, para ir por ti.

No siempre he sido el mejor a la hora de entablar una conversación, a decir verdad, al inicio no puedo llegar a algo mas lejos que a pequeñas charlas y frases cruzadas que vienen acompañadas ocasionalmente de sonrisas y risas, haciendo que de a poco se volvieran mi cotidianidad. Cuando estaba solo, solía darle un grado de importancia a cada una de las conversaciones que tenía contigo, lo se eso es ser un perdedor, pero a mi me hacia feliz; por ejemplo, si te hacia reír el puntaje era de diez, pero si me ignorabas o no escuchabas algo que había dicho, el puntaje era de uno, tenía una meta semanal de llegar a 100, pero nunca lo logré, sentía que siempre me faltaba algo al final no pude llegar más allá de sus miradas juguetonas y de su tierna sonrisa, tenía que decirte algo, tenía que hacer algo, pero las mejores ideas solo corrían por mi mente y las acciones que cambiarían el rumbo de nuestra realidad estaban ancladas al papel en el que las escribía.

Llevar mi puntaje de charlas se volvió un hobbie para mi, dejaba mis quehaceres en pausa para responderte al teléfono o me distraía viendo tus fotos casualmente, no era obsesión, esperaba no llegar a eso, pues en mi mente siempre serias libre, no hay mayor libertad que la de amar a quien atrae tu alma y tu corazón y a decir verdad, sentía que yo no podría llegar a ese final. Después de todo éramos diferentes, tanto en pensamiento como en historia, un pequeño pensamiento es que no le gustaba el café, pero yo lo amaba, pase la mitad de mi infancia viendo cafetales florecer y brindar su fruto al alegre campesino, sentía su aroma, su pureza, su historia y su camino para revitalizar el alma y el cuerpo, pero para ella era solo un liquido oscuro; este fragmento lo escribo para el mundo, aunque sigue siendo una carta tuya; Lo interesante es que el amor puede cambiar a las personas y puede llevarnos a probar cosas que desconocemos, en mi epifanía del desconocimiento, quería probar tus gustos, tus historias, tu música, tu comida, tus bailes, quería sentir la vida desde tus ojos y aprender a amar como tu amabas.

«Había algo especial en ti», esa frase me la repetía una y otra vez en mi cabeza, lo hacia para dar sentido a eso que no podía explicar de tu existencia; algo que nunca había visto, me mantenías en un laberinto ciego y confundido, en esa soledad de la distancia y la indiferencia. En mi intento por desentrañar aquel misterio, quede atrapado en tu mirada, y sin darme cuenta terminé adicto a los sueños que tenían tu nombre, al despertar en las mañanas encontrando únicamente tu recuerdo, Necesitaba entender el porqué de mis reacciones, esa calidez que en mi corazón despertaba al verte pasar, ese palpitar acelerado resultante de un simple roce delicado de tu tacto; por qué mirarte a los ojos se sentía como ver un mundo nuevo. 

No puedo devolver el tiempo ni mucho menos lamentarme por aquello que ya es pasado, a decir verdad, no son muchas las cosas que pueda hacer en mi situación actual, aunque puedo escribir sobre aquello en que tanto he pensado. inconmensurables ideas me pasaban por la cabeza cuando de ti se trata; quiero dejar constancia de que nunca opuse resistencia a tu ternura, a esa calidez de tus manos sobre las mías o a aquellos besos a escondidas, éramos dos amantes prófugos en el silencio. Ahora aun después de tanto mi corazón sigue intacto, aun guarda en su memoria el ritmo de tu respiración, esas sonrisas sinceras, esas conversaciones sobre temas variados.

Todo continua intacto aquí, en este amor que pudo ser y nunca fue. Cada despedida, cada separación se convertía en un nuevo comienzo, en una nueva ilusión, en una nueva estrategia para llegar a ti; volver a ti una y otra vez se volvió cotidiano. Cada vez te quería más, pero me enamoraba menos. Le echaba la culpa al tiempo, por no traer consigo el mundo en sus manos, por no traer las palabras correctas y guardarse con recelo las acciones decisivas. Siempre fui tan tuyo, que deje que tu alma compartiera con otras almas que no fueran las mías, mientras te veía ir y venir con promesas rotas que yo trataba de arreglar desesperadamente. En este juego entre ir y venir el único que perdía era yo, sintiéndome siempre como la primera vez, como en ese beso que nada significo pero que arranco uno a uno los trozos de mi latiente corazón exponiendo mi primer corazón roto.

El día en el que supe que te amaba, estábamos distantes, y descubrí que lo que siempre quisiera de ti era esa sonrisa torpe y disimulada que no puedes ocultar cuando haces las cosas que en verdad te gustan. Nunca pude saber lo que pude haber significado en tu historia, tampoco lo que pudimos haber logrado en una historia nuestra. Si alguna vez me llegaste a visualizar en un lugar de tu futuro. No lo sé. Sólo sé que te quise con tanta fuerza en el mío que terminé por perderte.

Si te fuiste o te obligué a irte son parte de las interrogantes que hoy no quiero responder. Me cansé de esperar esos “por qué” que nunca tendrían respuesta.

Aquí estoy, donde ya no puedes estar tú. Y tú, te quedas allí, en ese lugar incierto, lejano y perdido, pero sobre todo, en mi imaginación. De donde nadie jamás te podrá arrebatar, pero que de una u otra manera te tendré que superar…

Etiquetas: adiós amor carta olvido

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS