Carta de una adolescente a su novio

No puedo aceptar que te iras, no puedo hacerme a la idea de que ya no te veré más, no sé cómo asimilarlo, dime tu qué es lo que debo hacer, cómo rayos es que tú vas tan campante, como si nada te importara, como si no te doliera esta separación, sé que seguiremos juntos, aunque no sea de manera física, sé que seguiré pensando en ti, incluso creo que te pensare aún más; pero no, no quiero aceptarlo, ¡no quiero!, no quiero que me pregunten por ti, que te mencionen en cada clase y no estés presente, que cuestionen como me siento porque tú no estás, o la típica pregunta de , ¿y cuando vuelve? No quiero nada de eso, porque mi respuesta será la misma, yo no estaré del todo bien hasta que tu regreses, hasta que te vuelve a tener entre mis brazos, hasta que mis labios rocen de nuevo con los tuyos, hasta que mis oídos escuchen tu voz, hasta que mis ojos vean tu rostro y mis sentidos se activen cuando me dices te amo, hasta que todo vuelva hacer como antes, solo así yo podre hablar de ti, yo estaré bien, porque te amo, y no quiero que te vallas, pero mi mente dice que debes hacerlo por tu bien, por tu progreso personal, si tu estas bien, me conformo con eso, es un dilema sin solución… cuídate, que te valla muy bien, te extrañare cada minuto que pase en el día durante esos meses que no estés, no te preocupes por mí, yo sabré como sobrellevar todo, te esperare aquí, esperare paciente a que regreses, tendré Fe de que todo estará bien, intentare pensar que nunca te has ido, y por favor, nunca me olvides, que yo no te olvidare, no digo adiós, porque no es una despedida, te diré hasta pronto, porque sé que volverás…