La tarde está muriendo junto al nido
Escondido en el bamboleo de la caña
Reposa el ave sumisa en el olvido
Suspirando de la historia su hazaña.
El rico olor de la fresca mañana
Calentito al fogón de tierra
Esperando sombra en la montaña
Que el tiempo desvela en la sierra.
Como notas consonantes efímeras
Iluminó el sol la oscuridad que veía
Cielo sereno y suelo depravado
Lloraron las nubes eucaristía.
Pureza de recuerdos mustios y tiernos
Logrado con sudor y sangre de muerte
El cáliz de oro para aquellos nobles eternos
De pechos consagrado y extraña suerte.
Danzan los recuerdos agitado en el olvido
Bandera ondeada en manos de peregrinos
¿Acaso olvidó el hombre de la patria el motivo?
Que la honestidad no se teje sin sentido.
Cuando se nubla el cielo de los ojos inocentes
Llueve desde el alma pureza de bondad
En las riberas nacerán lágrimas dolientes,
Y causes de quejido de la misma libertad.
Agoniza el árbol del otoño nacido
Esperando el milagro de la primavera
Que brotó con valentía y heroísmo
Al sonar la libertad Aquella vez primera.
No se puede sujetar con cadenas ni grillos
El camino del viento en las praderas
Ni avanzar con la patria como anillos
Si no la izamos con una voz sincera.
Se puede teñir una vez más de tricolor
El nido de caña brava en el bohío
Y que nazca de la amada patria la flor
Los retoños de libertad tuyo y mío.
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