Nunca más

Porque las brasas queman

Arden, deploran

Y ya no queda tiempo

Para continuar rumiando el polen

De un jardín de mentiritas


Mucho menos cuando

Sentimos la realidad como relámpago

Llena de marionetas

Con la sonrisa congelada

Y los dientes en puro acecho


Veinte años no son nada

Dijo el dueño del gabán

En su tango más elocuente


Pero esa es una metáfora de ocasión

Las mías son demasiado realistas

Porque van sobre la entidad

Desmembrando el corazón


Además tengo azogues en los ojos

Experiencias colgadas en los álamos

Donde por primera vez

Le susurre a una rama

Creyendo era un zunzún enamorado


Una mujer

Se confunde muchas veces

Y más si se siente

Presa fácil para el que acecha

Con un trocito de pan en la mirada

Yo me he confundido tantas veces

Tantas veces sentí que la pasión llegaba

Llena de eternidades


Cuantas veces confundí una perforo

Con un te quiero

Y un beso con una patada


Nunca más

Porque las brasas queman

Arden, deploran

Y ya no queda tiempo

Para continuar rumiando el polen

De un jardín de mentiritas


Prefiero la pared

El lecho frío

La almohada repleta

De insomnios y lágrimas

Que a un ser intermitente

Que me tome del brazo

Si sabe que el pago es una alhaja


Sino, la suma de conflictos

Y oquedades


Después la astenia como condena

Y el desquite final

Sin importarle

Si soy de carne

O relleno de trapo.

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