Relatos desde la Pandemia #4

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A pesar de de tener un hígado graso en perfecto estado, una diabetes tipo 2 de ensueño y una inversión abdominal que oscilaba entre los 500, 000 y 755 000 pesos de tacos, birria y barbacoa, Felipe Sosa falleció en una sala de hospital donde había un chingo de papel de baño. Resultaba inexplicable para la ciencia y los medios cómo un hombre de casi setenta años había sucumbido ante la peste que azotaba al país. Una cantante muy famosa, ganadora de dos Grammy’s a mejor canción y mejor videoclip, dio una rueda de prensa para explicar el desarrollo de los virus en los hombres jóvenes. Sus datos fueron escalofriantes, sobre todo cuando comparó, por medio de una Alfa de Crombach, la mutabilidad del nuevo virus que al parecer se transmitía telepáticamente. Se recomendó usar más papel de baño. La cara de Felipe Sosa empezó a circular en playeras y stickers que decían #¿porqué?. Y es que varios youtubers querían encontrar la respuesta a la misteriosa muerte de Felipe Sosa, quien se estampó en su carro por manejar en estado de ebriedad, dicen que huyendo de algo terrible. No salió de terapia intensiva por una falla cardiorrespiratoria. Al parecer, es otro síntoma del Covid 19.