Blanco baño.

A veces creo
que este mundo es una foto,
y tú, su luz.

Todo aquello que
mis ojos pueden ver,
lo creaste tú.

Hoy ando a oscuras,
con los ojos bañados
en la penumbra.

Con los pies descalzos
sobre el mármol
que alfombra una tumba.

Buscando un destello
que pueda parecerte,
me asomo a la ventana
y sólo hay farolas tristes.

Intentan emularte
esos soles farsantes,
pero su calor tenue
no puede sustituirte.

Ni el color de los semáforos
ni la hoguera en las casas,
pueden guiar el alma
en este pobre páramo.

Tú, dormida, no entiendes
de la pasión que dejas
llorando en una esquina
cuando termina el sábado.

Tú, tan viva, pretendes
que mis córneas encuentren
motivo para despertarse
lejos de tu suerte.

Pero mi ser es una planta
de fuertes raíces,
que teme que, sin tu blanco baño,
llegue su muerte.