Leemos poesía por primera vez,
Por primera vez un/a poeta nos clava sus palabras en el pecho y nos recuerda o transmite aquel sentimiento de que se nos parte en dos el alma. Es rajada.
Por primera vez sentimos un aura cálida que nos envuelve. Inevitablemente la amamos. Inevitablemente nos toca rompernos para comprobar que eso existe.
Inevitablemente, solo en ese instante en que algo se rompe. Comienza el sentir. Solo ahí, luego de que la vida nos descuartiza por instantes.
Aprendemos a sentir, aceptamos que sentimos.
Que somos patéticamente humanos. Y aceptamos que está bien no sentirnos bien. Y que no está mal sentirnos muy bien.
Es más, mientras esa cicatriz sana. Se entiende que en realidad nada es bueno o malo.
Quizás todo sea un complemento.
Como si se tratase de una cocina cósmica.
Que en este universo va creando y modificando recetas.
Y nosotros, cómplices de todos sus revuelos y enriedos.
Creándonos, recreándonos.
Moldeando nos.
Contemplando lo maravilloso de sentirnos.
OPINIONES Y COMENTARIOS