Oh, pajarillo,
¿qué te han hecho?
Ahora estás surcando un cielo
dónde no hay cabida al arte.
Desde aquí no puedo verte.
Oh, pajarillo,
¿que te has hecho?
Ahora estás moviendo tus alas
en el aire que tanto odiabas.
En el humo que no aceptabas.
Me pregunto si ahora mismo
estarás esquivando balas.
Quizás busques que te alcancen
por ver si te las paraba.
Y lo haría,
si dijeras
que vas a abrazarme fuerte
en el lecho de nuestra muerte.
En el final de los días.
Y no lo haría,
si yo viera
que sangrando estás más guapa.
Aunque a mí lado hagas falta.
Aunque me torture el alma.
No confundas
mi amar,
con el derroche de herirte.
No es un juego de niños.
Por tí, sangré más que nunca.
No confundas
mi silencio,
con las ganas de marcharme.
Que el honor de que sonrías
es la mejor de mis tumbas.
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