De qué voy a escribir,
si ya no me quedan fuerzas.
A dónde voy a ir,
si se dispersó el camino.
Yo era mar, y ahora un charco.
Un piedra en el zapato.
Un rama rota en el pozo
es lo que queda de este árbol.
Quise ser protagonista,
y aunque aparezco en tu libro,
«El amor y otros relatos»,
pertenezco a lo segundo.
Me narras en historias
de viernes y borracheras.
De copas rotas y escaleras.
Soy el loco de tu novela.
El jardinero de papel.
El tabernero de una jaula.
La mochila de tu espalda.
Tú, un acuario. Yo, otro pez.
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