Eloísa sin Abelardo.

Pajarillo de alas blancas
mañana alzarás el vuelo
hacia una tierra sin marcas
de dolor y desconsuelo.

Vas a salvarte de casa,
verás cientos de colores
repartidos en las calles,
protegidas por un monte.

Estarás tan lejos
y te sentiré tan cerca,
que el mar que nos separa
llorará, de la impotencia.

No te acuerdes de mí.
No quiero manchar el valle.
Celebra ese jueves
como el mejor de los martes.

No te acuerdes de mí,
pero baila con Sabina
si te da por revivir
nuestro findes de ceniza.

Fúndete con el arte
que te acogerá en sus brazos.
Si existe un Dios, que se marche,
porque ha sido superado.

Se detendrán los disparos.
Firmarán la paz las nubes.
Los cielos serán azules
y los placeres más largos.

Las aceras de esa ciudad
serán ríos de agua dulce.
Se harán limpios los cruces.
Será solución tu encanto.

Vuela lejos,
pero vuelve.
Sé libre,
sin más pleonasmos.

Reescribe por mí la historia,
Eloísa,
sin Abelardo.