A que no sabes; me muero por contárselo a alguien y te lo voy a contar porque eres una persona de confianza y además tú eres la mejor amiga de Cloris en la oficina, o al menos eso me ha parecido. Pero Clorís, así como la ves, fuera de su porte tranquilo y santurrón oculta algo muy escalofriante. ¿No sabías? ¡Jesús misericordioso! Nada es lo que aparenta. Seguramente has visto que siempre tiene un guante de piel en la mano izquierda que dice que es por una alergia; bueno, resulta que es para protegerse de esa mano, porque esa mano es muy peligrosa. Sí, así como te lo estoy contando; su mano es un pinche asesino serial. Clorís no; su mano solamente. En serio. Podría decirse que su mano está poseída. Que cómo lo sé… ¡Yo lo vi con mis propios ojos! Dime la verdad, ¿a poco no te diste cuenta de sus conductas extrañas y estrafalarias? Verdad que sí. Pues mira, te voy a contar todo desde un principio.
Hace como un año, en una reunión de la oficina, creo que fue el cumpleaños de Marcos, el de recursos humanos, vi que Clorís estaba muy nerviosa y sudaba mucho; hasta pensé que estaba enferma y me acerqué a darle una rebanada del pastel que llevó Mago, la de recepción. Vi que ese día no llevaba el guante de piel, lo cual me pareció muy raro, ya que siempre lo trae, con el pretexto de que se le llena de salpullido la mano si llega a tocar algún lugar con gérmenes. Pues ese día no lo traía y le pregunté por éste mientras le entregaba la rebanada de pastel. Y que me dice que no quería nada y se fue al baño. Hasta pensé que le dolía el estómago y tenía diarrea, así que fui tras ella, por si se le ofrecía que le pasara el papel higiénico; ya ves que es muy feo tener que andar evacuando aguado y que nadie te pase papel. En fin, lo que vi al entrar fue espantoso: ella luchaba en el suelo contra su propia mano, que quería estrangularla. Y que me dice: No, este, vete de aquí. Y así. Pero sabes qué fue lo más raro, que la verdad Clorís no parecía una loca o alguien que estuviera inventado, sino que se vio todo muy real. ¿Te acuerdas de la película de Los Locos Adams?, ahí salía una mano que hasta parecía persona con personalidad y eso. Pues ándale, algo así. La mano de Clorís se volteó a verme y después como que me quiso atacar, así, bien feo. Entonces salí del baño y me fui de nuevo a la fiesta, porque si no se iban a chingar mi pastel. No nos dijimos nada, pero nos miramos en silencio el resto de la semana.
Como a los dos meses, la fui a visitar con el pretexto de la primera comunión de mi hijo y le llevé la invitación; ya ahí se me ocurrió preguntarle qué había pasado en el baño la vez de la fiesta en la oficina. Le dije a Clorís que no había ido de chismosa ni nada de eso y que tuviera confianza de contarme lo ocurrido en el baño. Al principio se quiso hacer la loca y figurarse que no se acordaba de nada, pero como me vio muy segura de lo que estaba hablando no le quedó más que contarme todo. Ahí te va: resulta que su mano se llama Clifford Geertz, o al menos así se hace llamar, y es un terrible asesino en serie que ha cobrado muchas vidas a lo largo de los años, entre ellos, los dos esposos finados de Clorís. Ella me contó que la única manera de tenerlo a raya es empedándolo. Haz de cuenta que sumerge su mano en una tina llena de whisky todas las mañanas y cuando Clifford se pone bien pedo ella se enfunda el guante de piel y ahí él reposa la borrachera todo el día sin hacer nada. Entonces ella puede llevar su vida normal y venir a trabajar y hacer sus cosas; ves que parece que tiene la mano izquierda desconchabadita, pero aun así es bien chambeadora. El problema se presenta en la noche cuando Clifford despierta y se siente crudo. Y ya ves que los hombres crudos son bien cachondos; entonces se pone amoroso con Clorís; imagínate. Todas las noches aguantar a un hombre así. Clorís dice que Clifford le advierte que si no accede a sus bajas pasiones la va a matar, como mató a sus dos esposos. Parece mentira lo que te cuento y yo no le creía, pero me convenció cuando se quitó el guante y Clifford se levantó bien pedo. Traía una borrachera espantosa, apenas y tenía un semblante normal. Me miró fijamente y le preguntó a Clorís quién era yo y que mejor me fuera o me iba a violar y a matar. Entonces Clorís me dijo que lo mejor era que me fuera y así lo hice. El corazón me retumbaba horrores, fue una experiencia escalofriante; jamás había estado frente a un asesino serial. Clifford es muy intimidante.
Pero pues ya nos hemos ido conociendo y me dijo que Clifford a veces accedía a portarse bien, andar sobrio y sin el guante, que porque apesta muy gacho y le ha querido bajar a la borrachera. Fíjate que hay veces que hasta es muy platicador y agradable, por eso Clorís le permite andar sin el guante de piel. Pero a las pocas horas Clifford quiere matar a todo el mundo y se pone como fiera; por eso la escena del baño. Clorís lo ha intentado todo: llevó un cura, un médico brujo, un psiquiatra y hasta un cirujano que le removiera a Clifford. A todos los mató y los descuartizo el muy cabrón. Te digo que con él no se juega.
Pero fíjate que, con todo y todo, Clifford ha llegado a gustarme, no sé por qué. Al igual y ha de ser la soledad por ser divorciada, pero realmente es un hombre atractivo y tiene una personalidad bastante misteriosa y eso me gusta. Su guante es hasta como una máscara; como la de Batman, ves que está bien guapo el actor. No hace mucho me invitó a cenar y la pasamos muy bien, fue una velada íntima bastante agradable. Hasta le regalé un guante de piel color champagne muy bonito que compré en Liverpool. Me ha propuesto que nos fuguemos, pero eso sería traicionar a Clorís y eso de córtale la mano pues como que no es lo mío; aunque no lo sé, me siento tentada. Espero que un día podamos ser felices Clifford y yo, por eso traigo siempre en mi bolsa el viejo guante que usaba; para recordarlo, aunque eso me perturba y me confunde muchísimo. Ya sé que es escalofriante, pero ¿qué quieres que haga?
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