A la rubia morena,
que robó mi negra alma,
creadora y destructora
de las noches más amargas.
Va a por ti,
y por tu melena,
por tus manos,
por tus penas.
Porque por ti los abrazos,
nunca serán lo que eran.
A tu tez lunática,
y a tus ojos líquidos,
les debo mil poemas
y una explicación sacrílega.
A ti, que contrataste
a Sabina y su bombín,
para cantar nuestra historia
en las noches de no dormir.
Tú fuiste inspiración
de las pelis de Subiela.
Tú eres el mundo.
Yo un vagabundo,
que busca a su rubia morena.
OPINIONES Y COMENTARIOS