Tener humildad, y siempre recordar que nadie viaja sólo en su viaje de éxito. Cada viaje esta lleno de personas que sirve como mentores, amigos, compañeros, críticos y todos juegan un papel importante en el éxito. Para mi fue mi madre, la mujer más fiel en el mundo y mi mejor amiga. Ella es el baúl de secretos y mi fortaleza por la cual he salido adelante para ser lo que soy ahora un profesional. No ha sido nada fácil, cuando tenía 8 años murió mi padre y mis 2 hermanas, siendo tan pequeño me tocó estudiar y trabajar, porque mi mamá cayó enferma y entró en una depresión fatal, tuve que buscar ayuda de un psicólogo para que mi mamá mejore y recuerde que todavía estaba yo, su hijo que la ama con su vida.
Mí vida no fue fácil a partir de las 4 perdidas, mi padre, mis 2 hermanas y mi madre que aunque estaba físicamente, espiritualmente ya no se encontraba conmigo. Tuve que aprender a ser hombre a temprana edad, a resolver mis problemas con inteligencia y valentía, así fue como me propuse realizar mis grandes sueños porque quería darle un nuevo sentido a la vida de mi madre y obviamente a la mía también.
Con mi madre perdida en su depresión no tuve quien me ayudara dándome ánimos y consejos que son esenciales en la vida de un adolescente cargando en mi espalda responsabilidades que tal vez no me correspondían pero sin embargo las tenía y aunque quería tener la vida de cualquier otro muchacho que veía jugar fútbol, ir a bailes, tener una enamorada, vivir como un chico de mi edad pero ero consciente que eso jamás pasaría para mí.
Pasaron años en las cuales trabajé en muchas cosas, me partí manos, espalda, pies, todo mi cuerpo era maltratado y con una cabeza que sentía que estallaba porque el colegio se estaba poniendo pesado, muchas veces sentía que ya no podía más pero cuando veía el sensible rostro de mi madre y sentía cada latido de vida que daba sabía que no podía rendirme, pero como dije primero necesitaba quien me diera consejos sabios para aprender a vivir y lastimosamente perdí sin darme cuenta el sentido de mi vida cuando encontré un buen trabajo en el cual podía desenvolverme y estudiar tranquilamente y mi jefe era el que me instruía. Él señor a quien respetaba mucho me enseñó a vivir, los placeres, el divertimento y los excesos, comencé a llegar tarde a casa a caer en notas en el colegio, ya no era más el mismo pero cuando estaba en casa abrazando a mi madre veía que algo andaba mal en mi vida y que me estaba alejando de lo anhelado pero era difícil salir de ese ambiente en el cual ya me había envuelto hasta la médula.
Pasé de ser un joven serio y responsable a un niño egocentrísta, inmaduro e irrespetuoso, conocí el mundo en todos sus aspectos, me divertía con las mujeres y ya nada era igual que antes.
Cuando estaba por graduarme mi jefe me votó del trabajo y ya no supe que hacer con mi vida.
Como se alejaron todos mis «amigos» ya no tenía con quien divertirme y constantemente le lloraba a mi madre pidiéndole de rodillas que me perdonara por haberle fallado, una noche volví a humillarme ante Dios rogandole un perdón y que me diera las fuerzas necesarias para seguir con mi vida y volver a encontrar mi camino que había perdido en el transcurso del tiempo, le confesé que me sentía sólo y que ya no tenía sueños, cuando escuché una voz decirme «regresa de corazón a los brazos de tú padre, sigue caminando que yo estoy contigo; nunca te he dejado hijo mío. Sigue caminando que en el camino encontrarás quien camine contigo». Obviamente quedé muy asustado pero esas palabras me dieron aliento de vida y esperanza algo que había perdido hace tiempo atrás, hací que decidí volver a emprender mi caminar, encontré trabajo y me gradué. En las vacaciones me integré a un Movimiento Católico y aquellas palabras que me dijieron esa noche comenzaron a tomar sentido. Encontré personas que me alentaban, que se volvieron pilares para mí, personas sabias llenas de vida, amor y fe que me educaban, lamentablemente puedes cambiar de vida pero tú pasado siempre te asecha, esta vez ya no caí en los trucos del mundo porque había madurado.
Luego de unos años que ya todo estaba bien, se me presentó la oportunidad de darle vuelta a mi vida y de realizar mis más grandes sueños pero tenía miedo, tenía miedo de fracasar nuevamente, miedo de la vida porque había aprendido que no siempre las oportunidades que se te presentan son buenas. Estaba confundido, asustado y muy inseguro pero sucedió algo que esperé desde hace mucho tiempo, mi madre salió de su recámara me escuchó llorar y me dijo «Toda oportunidad por mala que sea es buena porque de lo vivido se aprende para obtener sabiduría» entonces comprendí que debía lanzarme a la aventura pero esta vez sabiamente y lleno de FE y así fue.
Cambié de país, de cultura, de idioma y hoy en día le doy gracias a Dios y a todos los que encontré en mi camino por haberme enseñado realmente a vivir, le doy gracias a mi madre por no haberse ido de mi lado y nunca haber dejado de creer en mí, hoy soy un gran profesional, cumplí todos mis sueños, mi madre salió de aquella depresión que vivió durante muchísimos años, tengo mi familia y sobre todo comprendí que toda puerta que se nos presenta para abrir hay que hacerlo con FE, SABIDURÍA Y CON VALENTÍA. Todo aquel miedo vencido y malas experienxias valieron la pena.
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