El olor a tabaco fresco,
las historias que el humo conservó.
Hoy el viejo mueble paró su vaivén en silencio,
una guitarra olvidó su sonido.
Las lágrimas que secó el tiempo,
voz opaca, dulce, me llamaba
la felicidad deja una huella tan grande,
casi como el dolor.
En sueños lo vi,
tuve que decir
ADIÓS.
OPINIONES Y COMENTARIOS