Los hijos…un libro en blanco donde uno llena sus hojas con las experiencias cotidianas, y con el peso de la incertidumbre de saber que podes hacer algo mal, donde tu sola guía es el corazón en lucha constante con la razón…
Hojas que se van llenando… pintadas de experiencias hermosas y experiencias amargas, risas y llantos… capitulos cerrados y otros que apenas se abren… tanta riqueza recolectada, tantas emociones compartidas.
Sus hojas son parte de mi libro, tan gordo, tan exquisito, sin ningún tachón, sin hojas rotas ni remotamente arrugadas; cada hoja una bendición, cada capitulo superlativo… y muchas veces vuelvo a sus primeras hojas, a releer capitulos añejos, voy y vengo por ese libro buscando bases tan amorosamente marcadas, construidas sobre pilotes de amor de los que alguna vez han empezado a escribir por mi… solo siento orgullo, por la esencia, por lo recolectado, por lo edificado, por lo elegido, por lo superado, por cada segundo milimétricamente vivido, sino no sería yo…
OPINIONES Y COMENTARIOS