Como un cuento se apaga la llama.
Y entre los Alpes mi memoria yace,
y me pierdo en el infinito.
Agonizan mis sentidos, mi memoria.
Parece un lento palpitar entre letras.
Un viaje hacia atrás, ¡Eterna juventud!
Cántaro de emociones e ilusiones,
espejos trizados, miradas tristes.
Camina lenta mi alma entre los Alpes,
tocando, rozando, observando en calma.
Quizá ya no exista tal retorno,
ni juegos de felicidad del aquí y ahora.
Entre la nada y la eternidad,
entre sombras y nieblas.
¿Dónde estaré entonces?
Se han conjugado el pasado-presente.
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