Te deje un rato descansando

En la fragilidad de cada cosa que he hecho

Te sacaba al sol un ratito con vergüenza

Las fortalezas a veces son máscaras perpetuas

Escalaba de a poco notando el camino

De los dolores pasados y la infancia perdida

Las penas a veces te revuelven el alma de tantas formas

Cada una fue un color para cada momento

Un pajarito azul, un rostro conocido ajado por el sol, tu mano

Todo lo puse entre las mías y las lance al viento, no volvieron… pero siempre hay colores nuevos.

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