Me encuentro ante la más bella ecuación,

Tan hermosa, simple, y compleja también,

A la que ningún matemático ha dado solución,

Algo que ni con matrices resolvería bien.

Me he enamorado de tu indeterminación,

De una ecuación, elegante y fina, en su mejor versión.

El amor que siento por ti

Es justamente como π,

Infinito e irracional,

Es más grande que 54!

No es algo que pueda factorizar,

No puedo sintetizar

Algo totalmente complejo,

Pues soy imaginario y tu real,

Para verlo no necesito catalejo.

Si te graficaran, necesitarían más que abscisas y adyacentes,

Se confundirán cuando intenten calcular todas tus pendientes,

Verán la más linda flor

A cuya incógnita ni sabrán dar valor.

Los números de catalán

Nunca te alcanzarán.

No existe ningún algoritmo

Que pueda predecir tu ritmo.

Más entretenida que cualquier conjetura.

Más fascinante que cualquier figura.

No hay límte cuando una variable tiende a ti.

Nunca existirá sustitución para ti que se me ocurra a mí.

Tu perfección de proporción áurea

Merece una función radiante como tu láurea.

Eres magnífica como el infinito,

Que une los finales positivo y negativo

De la recta numérica,

Que con su exquisita geometría esférica,

La hace una perfecta curva cerrada,

Más exacta que cualquier función creada.

No hay cálculo suficiente para derivarte.

No hay métodos con qué integrarte.

Si seguir intentando analizarte

Hace que en mi vida puedas quedarte,

Yo así quiero quedarme.

° ° ° °

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS