Ahora estoy solo, en un faro

Contemplando lo más bello

Desde lejos, apreciando aquello

Que para mí aún es caro.

Aún no soy suficiente,

Creo que nunca lo seré.

Me queda sólo un dolor creciente,

Si me harto, sólo la veré,

El más espléndido paisaje,

Un magnífico bosque habitado por encantos perfumados,

Donde resuenan ecos de sueños anhelados,

Donde carezco del privilegio del pasaje.

Si lo intento, lo arruinaré,

Pero no entiendo por qué,

Sin eso que me queda, ¿qué haré?

Estoy tan cerca de una maravilla,

Pero no puedo acercarme más,

Sólo veo cómo tanta hermosura brilla…

¿Por qué hice ello? Fue demás.

¿Por qué intenté corresponderle lo bien que me hace sentir?

Sólo puse mal mi situación, ya de por sí, triste

¿Ese dulce mar deseaba mucho en un instante de mí?

Me sentí inútil de haberle fallado, sin gracia, sin chiste.

Decepciono y ahora sólo puedo quitarle su sonrisa.

No quise ser egoísta, toda esa felicidad que me da,

Quise compartirla para sacarle siempre su linda risa,

Quise hacer de sus mejillas un florido campo de rosas,

Pero lo único que ve en mí es frialdad.

No fui la estrella que pedía,

Soy otra cosa, no supe si la posibilidad pudo ver,

De que aunque no sea eso, ser algo mejor yo podría.

Una estrella se va de día y en la noche llega,

Acompaña en la depresiva oscuridad.

Pero yo estaré allí día y noche, es toda mi entrega

Para ella, para este amor de verdad,

No me importa que me rechace, la amaré.

No me importa que que me odie, la protegeré.

No puedo dejar que algo malo le pase

A quien le debo momentos de encanto,

A quien feliz siempre me hace,

A quien me quita este insomnio con su canto.

Única como cada amanecer,

Gozoso dulce de mi ser.

Tantas cosas que me hubieran gustado con ella hacer,

Pero si tan sólo su permiso pudiera tener…

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