Renacer en fuego .

Renacer en fuego .

Daya

24/03/2017

El universo fue testigo

de lo que será por siempre:

tu noche y la mía.

En algún instante,

las piezas rotas del rompecabezas

en que se había convertido mi vida

comenzaron a encajar,

y entonces sucedió:

me embriagué de pasión en cada beso,

me desbordé de ternura con cada “te quiero”,

me emborraché de deseo

y ardí en fuego.

Olvidé mi nombre,

perdoné mis pecados.

Renací en tus dedos sutiles,

que despertaban espasmos

dormidos en mi piel.

Con cada gemido tuyo y mío,

las heridas del pasado

iban cerrando,

en la sagrada alquimia

de nuestros cuerpos.

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