Una sazón para no olvidar

¡UNA SAZÓN PARA NO OLVIDAR!

Un sol radiante y bien caliente se asomaba en “La Estación” encalle larga, pocas casas habían, algunas pequeñas edificaciones hechas de madera, el pito sonoro del tren anunciaba la llegada de turistas acalle larga, un gran camellón, soportaba cada pisada del que bajaba del tren y pisaba “calle larga”… Calle larga, así es como se llama un largo lugar donde nació y creció la historia de un pueblo, un lugar que con la llegada del tren fueron apareciendo muchas personas, cuando iniciaban su trascender; el pie derecho pisaba el camellón, el izquierdo lo acompañaba,la mirada al suelo y la cara arrugada mostraba que el duro e inclemente sol les afectaba pero con un pañuelo que precisamente no era muy blanco puesto que el polvo decidió cambiarle su color, con ese pedazo de tela, secaban el salobre sudor que por siempre los acompañaría en su resplandor, cuando completaban tan solo el primer paso pareciera que la brisa les hablara,era una rica brisa con un gran calor la que le decía:

-levante los ojos señor…

Todos levantaban la mirada como respondiendo el clamor de la brisa y de inmediato el amor por un pedazo de tierra surgió en cada corazón.

Al seguir caminando en sus en sus cabezas muchas ilusiones y sueños empezaron a deambular, eran castillos encantados, sueños de sapos y princesas, eran casa de chocolates, muchos sueños habían el problema iniciaba en como los realizarían…

Y la maquina mal geniada de tanto calor, con su pito sonoro anunciaba esta descripción:

Bajó una señora del tren era un poco gruesa, tenía unas gafas, usaba una falda y sus canas adornaban su bello rostro, con una sonrisa que ahora mismo la recuerdo un poco gruesa y desbocada, se bajó sin saber que haría… Nunca imagino lo que ella seria, en aquella calle que todos ya poco a poco querían, tenía aquella vieja un sabor y una sazón para preparar comidas que era excelente, se sabe de ella que venía de un lugar cercano y que llego ahí con su familia y sus hijos, se llamaba Sunilda Salazar De García, cuando bajó, bajó despelucada, el solazo la acaloraba, ella gorda, con una falda bajo la rodilla, se quitó las gafas, le faltaba una pata a una, se limpió los ojos y se le aclaró la mirada, vio un sendero hermoso, un jardín de ilusiones, un poco de vainas se le metieron en la cabeza por los ojos, respiró, suspiró, bostezó, saboreó y se le vio el hambre que traía porque el sol la hacía delirar, chicharrones, chichas, sancochos, arroz de coco, sopa de mondongo, guandu, arroz de lisa y otros más.

Sus Hijas mujeres, Dennis y Nerys, Sus herederosvarones, Jacob, Ciro, Freddy, Heyner,Armando, uno que fuertemente a gritos era como la sal de la sopa, por su forma particular de ser, no era muy difícil saber por qué a diario le castigaban, al escuchar hoy sus cuentos y anécdotas me imagino lo que tuvo que pasar cada día; la señora Sunilda con ese jovencito para que cucharonazos le dieran en esa cabeza, esa cabeza que hoy sigue llena de sueños e ilusiones nunca se le dañaron con una sopa de cucharones… Ese hijo era Robinson García, mejor dicho el popular “zapatico blanco”, el cual es mi padre después les voy a contar.

Como les venía anunciando la locomotora numero 44:

La señora Sunilda y su familia con el pasar de los años le aposto a vivir en Bosconia, era un desafío el vivir ahí;la apuesta sin número dio resultado y por mucho tiempo con su familia ahí se que doy ahí abrió una venta de comidas un pequeño lugar en donde brindaba y vendía de su sazón a todos los que del tren un día bajaban así como ella también bajó colocando primero el pie derecho…. pisaba el camellón, el izquierdo lo acompañaba,la mirada al suelo y la cara arrugada mostraba que el duro e inclemente sol les afectaba pero con un pañuelo que precisamente no era muy blanco puesto que el polvo decidió cambiarle su color, con ese pedazo de tela, secaban el salobre sudor que por siempre los acompañaría en su resplandor, cuando completaban tan solo el primer paso pareciera que la brisa les hablara,era una rica brisa con un gran calor la que le decía:

-levante los ojos señor…

El tiempo fue pasando y la “calle larga”fue creciendo, el lugar que era largo se fue poblando de muchas caras nuevas bajaban del tren, un doctor, un ingeniero, un cura, un obispo, un abogado, un… que se yo… todos bajaban con una ilusión; ninguno sabía cuál era pero todos la traían lo único era que no conocían cuál era su osadía,,

En calle larga, Ahí la vieja se quedó, el primer restaurante de la calle larga se hizo, ya había una casa con mesas de madera, taburetes y un techo en la que podías comer un manjar, en plato de totuma, cuchara de calabazo, suero atoya buey, guandolo poco apoco ya el restaurante un día creció, la sazón y comidas de la vieja Sunilda, fueron reconocidas,y ahí fue donde se cristalizó esa rica ilusión.

La calle larga se convirtió en un pueblo, el ingeniero le dio el nombre, la llamó: Bosconia, en honor aun un santo de la iglesia, Bosconia, un nombre resplandeciente, imponente y con determinación.

El doctor le hizo un himno,hoy todavía tiene la misma versión, Bosconia patria chica la reina del algodón.

Todos los que fueron bajando del tren fueron dejando a partes de sus pisadas, huellas imborrables que se escriben en la página de cada quien, en la página de “las historias de historias” las historias de un soplido hecho pueblo de una rica presa de chicharrón.

El lugar que un día fue una calle empezó a tener revuelo una rica presa de cerdo frita, empezó a hacer parte de la riqueza de aquella región, la señora Sunilda también los hacía y su hijo Robinson, a pies descalzos en la ventana del tren a todos ofrecía:

– CALIENTE, CALIENTE, CON YUCA LOS CHICHARRONES

Antes de bajar el pie y pisar este lugar hecho sazón, se les ofrecía a todos una presa de chicharrón.

Durante la famosa venta un terrible evento marco la vida de aquella familia, La señora Sunilda tuvo que cambiar un caluroso y sabroso sol por una fiesta de carnaval,su esposo enfermó, y tenían que buscar nuevos horizontes,muy rápidamente se hiciero nmaletas para subir al tren y decirle adiós, adiós a lo que un día vivieron,tuvieron que partir en la locomotora, volaron hacia un destino sin saber quizás si era el mejor,fueron aves de pasa pero que al pasar dejaron en ese lugar una huella imborrable que Bosconia nunca olvidará, fueron muchos años, muchos días, muchas horas de calor, risas, alegrías, desilusiones… que decir yo… todo lo que reúne ser los primeros moradores de un municipio en construcción.

Qué triste se acercaba la partida y quien de su hijos se opondría?

Ya todos se imaginaran quien lo haría!!!

Zapatico Blanco, su hijo Robinson García.

Zapatico blanco, su hijo, si el que le vendía los chicharrones en la ventana del tren, el que a cucharonazos le daban por sus travesuras, ya en un hombre se había convertido, ese joven apuesto que cambio los pies descalzos por unos zapaticos blancos elegantes le acompañaban, ya en el pueblo le conocían como “zapatico blanco” muy apreciado por todos los habitantes que ya Bosconia tenía, este joven no compartía esa idea de irse, tenía su corazón clavado ahí, tenía sus sueños sus esperanzas y amores en ese pedacito de tierra;estaba flechado conoció a una bella morena, muy seria por cierto,era una bella e ilustre y ejemplar mujer que venía de una escuela de monjas y del cual él estaba enamorado perdidamente; Ofelia se llamaba, la morena que hija de una también historiadora de la sin par Bosconia, una modista, la negra se fue de niña a Fundación Magdalena a estudiar, y a Bosconia regreso a trabajar.

La señora Sunilda no tuvo más que hacer que partir… se fue y dejo todo atrás, en su vieja mirada el tren pasaba, el olor a sus comidas le brotaban como lágrimas en sus ojos, era un llanto incontenible pero necesario,Todos se fueron, la familia partió no hubo reclamos no hubo preguntas solo un simple y sentir adiós…Zapatico Blanco se quedó.

El sonoro pito del tren día con día anunciaba la llegada de propios y turistas, ya se comerciaba, se viajaba se vendía de todo lo que por ahí corría, ocurre un hecho trascendental la presa de chicharrón se trasladó para “UN CRUCE” “el cruce”, el cruce, el cruce.. mi cruce, así se llamó aquel lugar lejano de calle larga, que se formó,es una carretera, cruzada con otra, son cuatro vías que unen a distintos lugares en un solo centro el cruce de Bosconia, si algún viajero va para Bucaramanga por Bosconia debe de pasar y una presa de cerdo debe probar, si el viajerova para Valledupar antes de un acordeón tocar el sudor debe secar, porque por Bosconia debe pasar, si para el carnaval vas a rumbear por “el cruce de Bosconia debes pasar, y si de casualidad para la Heroica quieres vacacionar por Bosconia, debes pasar, ahhh… les contaba que los chicharrones se mudaron para el cruce,aun no sé si al médico, al ingeniero al capitán.. oh no sé qué de tantos que bajaron del tren a alguno se le ocurrió crear cuatro vías principales que unieran a Bosconia con todo el país, bueno lo importante es saber que aun funciona este lugar que no se ha hecho leyenda, si si si señor los vendedores se fueron a vender sus presas en el cruce, en ese lugar era mejor la economía, con más prestigio fue surgiendo el arte de procesar y de vender chicharrones.

El tren no dejo de pitar, de hecho aún sigue pitando, pero “Calle larga” se fue haciendo vieja, los años pasaban y la llamaron “la Estación” haciendo referencia al lugar donde se centra aun el tren en esa porción deregión, con la vejes y reluciente juventud de calle larga con otros lugares del país, les recuerdo la historia de amor,el amor de Zapatico Blanco con la morena… fue la primera boda en la iglesia, yael pueblo tenia iglesia, pero no tenían sacerdote ni fotógrafo que registrara las evidencias de aquel tan gran magno evento, los mandaron a buscar del El Copey, el que un día fue el dueño de Bosconia, ya que la misma era su corregimiento, pero que gracias a la templanza de los que bajaron un día del tren, hicieron un dos de diciembre la creación de municipalidad. La boda fue un gran acontecimiento 19 años tenía Ofelia y 20 años tenía Robinson, una gran corte pidió la mano de la princesa, hoy viendo las imágenes de esa unión, veo cuantos padrinos hicieron la venia a esta gran versión,cuando iniciaron sus plegarias al creador, nunca imaginaron que se formaría una familia hermosa con 4 hijos, frutos de su matrimonio, Paola fue la primera y luego nacieron Idalmis, Ángela y esperaban después de tres princesas tener un varón,hasta que al fin este llegó, Robinson Junior el hijo menor;

El esposo de la vieja, la señora Sunilda,este hombre decidió hacer un nuevo vuelo; Dios lo llamó antes que la vieja, el que se fue enfermo, lejosde Bosconia murió, lejos de esta tierra de caliente dimensión, fue un día de aquellos donde el tren pitaba fuerte tan fuerte que quizás no le oí su clamor, era muy niña, o tenia imaginación.

Les quiero anotar de la familia de El señor Robinson “zapatico Blanco”yo soy la tercera de sus hijas la llamada Ángela, “zapatico Blanco”, ese es mi padre, es un hombre maravilloso, cocina muy rico, casi como la abuela, recuerdo que también tenía sus lugares “ clandestinos” donde vendía comidas, herencia heredada por la abuela; mientras el cocinaba y vendía, su esposa Ofelia, en oficinas, escritorios, papeles, cuentas, documentos, en aquellos enredos siempre estaba, el pueblo surgió tenía una empresa de servicio públicos de agua,EMPOCESAR, donde trabaja Ofelia mi madre,poco a poco el pueblo más y más crecía.

El “CRUCE” ya empezaba cobrar chicharrones heredados de las estaciones, el pueblo ya tenía un gran progreso,era ya un largo tiempo que surgía, ya la familia de Zapatico blanco estudiaba en los colegios que se fueron dando paso a paso con la ayuda de muchos amigos más que llegaron al pueblo esta vez no en el tren, esta vez en un bus, porque por el cruce sus anécdotas tenían que dejar.

Cuando llegaban en su trascender el pie derecho pisaba el cruce, el izquierdo lo acompañaba,la mirada al suelo y la cara arrugada mostraba que el duro e inclemente sol les afectaba pero con un pañuelo que precisamente no era muy blanco puesto que el polvo decidió cambiarle su color, con esa pieza secaban el salobre sudor que por siempre los acompañaría en su resplandor, cuando completaban tan solo el primer paso pareciera que la brisa les hablara,era una rica brisa con un gran calor la que le decía levanta los ojos señor…todos levantaban la mirada y de inmediato el amor por un pedazo de tierra seguía surgiendo en cada corazón.

Al seguir caminando en sus en sus cabezas muchas ilusiones y sueños empezaban a deambular, eran castillos encantados, sueños de sapos y princesas, eran casa de chocolates, muchos sueños habían, ya no hay problema, el problema no está, ahora solo vienen porque quieren invertir, invertir vienen de un lado del otro, todos son de afuera y pocos los de adentro, todos somos uno solo y solo son todos, así es Bosconia, es una solo…

Y la maquina mal geniada de tanto calor, con su pito sonoro anunciaba esta descripción:

Era una llamada, era una declaración de honor el tren reclamaba su viejo sazón!…….

Una llamada altero la vida de aquella familia, la familia de Zapatico Blanco,un día, cuando anunciaban que la “vieja”“la señora Sunilda” estaba enferma de cáncer y que pronto moriría, todos viajaron de Bosconia el lugar donde “la vieja” la señora Sunilda y sus otros hijos se habían establecido, en el departamento del Atlántico más exactamente en la arenosa y natal Barranquilla, cuando fueron a ver a la vieja la encontraron bien en su estado no parecía el de una enferma, no no enferma,un cáncer de colon le afectaba pero ella agarrada de Dios se aferraba a vivir y no consentía morir en ese tiempo, decía:

-que aún no era la hora,

Los médicos diagnosticaban una muerte segura y que le daban 3 o 4 meses de vida; le prohibieron comer, comer, le prohibieron probar su sazón, muchas cosas a las cuales ella estaba acostumbrada a comer era una dura decisión, como decirle a la abuela que no comiera con lo rico que ella todo lo hacía como decirle a la abuela que como un arroz sin sal, un jugo de mango sin azúcar y un agua de panela sin limón, o pedirle que no pruebe una sabrosa presa de chicharrón?

Era tan fácil tan fácil que nadie pudo, a “la señora Sunilda “,cambiarle el estilo y el modo de vivir a una persona para que viva unos meses más de vida era muy difícil.

Y fueron pasando los días…

La familia de Zapatico Blanco, Ofelia, Paola, Idalmis, Ángela y Robinson junior volvieron a su natal Bosconia, cuando pisaron el cruce bajando del bus, respiraron ese aroma de tranquilidad que les da el son, con la frente arrugada y los ojos casi cerrados decían:

HAY MI DIOS GRACIAS LA VIEJA NO MURIO, LA ABUELA NO MURIO.

La señora Sunilda ya estaba era bien llena de nietos 4 en Bosconia, unos en Barranquilla y otros en otros lugares del país, que más podía pedir, era una señora muy querida por sus nietos, todos sus hijos e hijas heredaron su legado “la sazón”.

Muy querida por sus nietos, todos la apreciaban mucho y unos lloraban sin consuelo, no querían que muriera su abuelita, puesto que ya su abuelo el esposo de la señora Sunilda había muerto hace muchos añosy no lo habían podido disfrutar.

De los nietos de la abuela Sunilda, que decir todos tenían su particularidad, pero el amor de cada uno tiene su razón su sentir su proceder, pero el amor esta ahí, la sangre fluye con pasión eso es una sensación, había una nieta que laque la ama con tal respeto, era un protocolo que había que armar al hablar de su abuela, todo este gran aprecio erapor todo el gran tiempo que la señora Sunilda su abuelita le había dedicado al municipio de Bosconia y por haber sido fundadora de ese lugar al que a ella la había visto nacer y crecer, ella amaba a su abuelita muchísimo y a su pueblo Bosconia yle siempre mantenía al tanto a su abuelita de las historias del pueblo, eran cartas, eran cartas como historias de amor la que la nieta le escribía a la abuelita, la señora Sunilda no le falto en ese tiempo el Facebook para estar informada de lo que acontecía porque yo la mantenía en sintonía de lo que un día fue su pueblo Bosconia, Zapatico Blanco y su familia iban a visitar en vacaciones a la señora Sunilda, después que el médico diagnostico una muerte segura los años fueron pasando y todos seguían degustando de esa sazón que la señora Sunilda seguía brindando del restaurante que ella en Barranquillatambién solía triunfar, sopas de mondongo, sancochos de pescado, guandú, arroz de coco, arroz de lisa, ya el menú hace rato había cambiado ummmm esos deliciosos platos que hacia la abuela…. Ummmm hasta que Dios la llamara a su partida; así en esa enfermedad pasaron casi 4 años y los diagnósticos médicos no pudieron contra la decisiones del Dios perfecto, quien es el dueño de la vida,Dios le dio muchos años más de vida a esta mujer hasta que un día la vieja volvió a enfermar.

El pito de la locomotora… Ya arrugada, desesperada por una vieja sazón… Empezó a anunciar una nueva descripción:

Era una nueva llamada la que alertó a la familia de zapatico blanco

-se nos muere la vieja

-se nos muere la vieja Robinson, se nos muere

Decían los hermanos de Robinson,que vivían al lado de“la vieja” en Barranquilla, este señor no esperó anuncio ni pito del tren cuando partió en un bus,partió en un bus solo para ver a su madre viva, la que un día y muchas veces lo reprendió por sus travesuras pero también la misma que lo sustento y le dio por herencia la sazón.

Partió para ver viva a su madre, partió y sus lágrimas mostraban un profundo agradecimiento a esa mujer que fue motivo de alegrías y enseñanzas, partió sin pensar en cómo a todos los llamaría para anunciar:

– SE MURIO LA VIEJA

-OFELIA SE MURIO LA VIEJA

Ofelia, la mujer,la que un día le flecho el corazón, con la que se casó, la misma con la que decidió quedarse en Bosconia y tener 4 hijos.

OFELIA SE MURIO LA VIEJA.

La señora Ofelia solo se sentó y pensó por un instante como les diría esta noticia a sus hijos como les digo a mis hijos que su abuela había muerto.

Eran las seis de la mañana, esperare a que se levanten pensó, pero De pronto una de sus hijas se levantó, era Ángela, era la nieta que le escribía cartas a la abuelita Sunilda, era yo, la que le informaba de Bosconia, era yo, era Bosconia, era el tren, era yo era la nieta la escritoray le dije:

-mami soñé con abuelita Zuni

-ella me saludaba.

Mami porque lloras, le dije,

Mimadre la señora Ofelia, no se contenía del llanto, pero no sabía que decir, no sabía cómo decirme que más o menos a esas mismas horas su abuela había muerto, su abuela había partido y el que ella pensaba que era un saludo tan solo era una despedida, un adiós para su nieta; un adiós al tren, un adiós, al calor inclemente, un adiós duro pero verdadero, asique había que partir, no hubo muchas palabras más, la mirada era poco y las lágrimas eran todo.

Mi familia empezó a alistarse y todos mis hermanos con lágrimas en sus ojos pensábamos en trasladarnos en un bus de Bosconia Barranquilla, para darle el último adiós a nuestra“vieja”.

Era un viaje triste, era un chicharrón sin yuca, era una yuca sin chicharrón, era un tren sin pito, era un bus sin pasajeros, era una sopa sin sal, era un agua de panela sin limón, era no ver más a la abuela.

Y para mí,era pensar que le había enviado una última carta ala abuela y que quizás no pudo alcanzar a escuchar la última historia de nuestros secretos de Bosconia el pueblo querido.

Fue el viaje más largo de mi vida junto con otros dos que un día les contare.

Fue un viaje sin sabor, sin sazón, ni dulce, ni amargo, un viaje que llego a su realidad, una realidad, que quisiera que solo fuera bajar el pie del tren y saludar… pero llegue a la funeraria abrazamos fuerte mente a mi papi,mi padre mi Zapatico blanco, en ese momento sobraban las palabras, todos sabían que la vieja se había muerto, sobre todo él y todos nosotros sus hijo con lo sensible que somos, me pregunto si esa también es una herencia de la abuela?

El canto de un grupo de señoras consolidaba su partida y solo dándoles gracias a Dios por el tiempo quela tuvo con vida Papa Dios a esa mujer que aunque estaba enferma permanecía joven, así lo decían todos.

Pero yo,Ángela la nieta de “la vieja” la que le escribía cartas no me contuve y le dijo a mí papi:

-¿papi le leíste la carta a la abuela cuando estaba en el hospital?

Él le dijo:

  • Si mija, yo se la ley
  • Papi y que te dijo la abuelita

Él le dijo:

-hay mija la abuelita ya no podía hablar, ella estaba conectada a muchos tubos y por eso no dejamos que ustedes la vieran, Jorge tu Primo la vio y la pinto. (Jorge era un nieto también de la abuela, el cual le gustaba pintar y la pinto después de verla el último día)

– y a Eder lo saludo por la ventana del cuarto del hospital, ese fue su último adiós para Eder, no lo dejaron entrar a la clínica por su Pinta (ropa)continuo exclamando zapatico blanco. (Eder era otro nieto de la abuela que vestía juvenil a su estilo).

-Milagros no para de llorar (ella era otra nieta consentida de la abuela)

Y le volví a preguntar

  • ¿Papi le leíste la carta? ¿qué dijo?
  • Si mija le leí la carta ella solo en cama aun en coma, parece que escuchaba por que se le salieron las lágrimas y lloro, se acordó de ti antes de morir.
  • ¿papi y que mas dijo?

    Volví a preguntar,

Entonces mi padre me dijo:

  • La abuela antes de morir tuvo muchos delirios volvió a cocinar, volvió a Bosconia y vino a Barranquilla, vendió:chicharrones, sancochos, arroz de coco, guandú, pescado, sopas de mondongo, de todo vendió la vieja deliraba muy bonito, nos ilustro su vida, le predico a los médicos la palabra de Dios antes de morir se despidió de sus hijos pero nunca perdió algo:
  • NUNCA PERDIÓ SU SAZÓN, COCINO HASTA ANTES DE MORIR, COCINO Y VENDIÓ COMIDAS DELICIOSAS POR ESO MIJA, ESA FUE UNA SAZÓN QUE NUNCA SE OLVIDA.

FIN

A LA MEMORIA DE MI ABUELITA SUNILDA SALAZAR DE GARCIA,

AMI PADRE ROBINSON GARCIA (MI ZAPATICO BLANCO)

A MI AMOR , A MI MADRE OFELIA MUJER EJEMPLAR, A MIS HERMANOS POR NUESTRA UNION FAMILIAR, A MIS HIJAS Y SOBRINOS PARA QUE CONOZCAN A SU BIS ABUELA “LA SEÑORA SUNILDA” Y A TODOS MIS FAMILIARES PRODUCTOS DE LA ABUELA.

A MI PUEBLO QUE TANTO AMO, BOSCONIA.

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