Re, ri, ro, ru, esa eres tú,
simple, amorosa,
de raíces fuertes enmarañando los días,
Acomodando las pisadas
Colchón de líquenes,
Verde amargo, tapiz universal.
Ausente en la nación de los traidores,
Amarrando a la pata de la mesa,
encadenado a los vicios, moribundo.
Sin arte,
un parabién que resultó mal,
el suspiro más largo,
Como latente noche de pesadillas
Derrotando el candado de las metáforas.
Para que el camino sinuoso de los fonemas alcance las delicadas libertades,
la que perdura en la cara de los primeros estudiantes, párvulos, pequeños soles,
Piedras para el futuro,
No sé si habrá pan para todos mañana,
hoy hay abrazos
caldo calentito para el humilde,
el progreso no alcanzo y sin ser amargo, que bueno que no alcance,
si someterse es el progreso,
me sumo a los que quedamos fuera de todo lo que esclaviza,
pues Gabriela nos dio peso.
Pablo nos mostró la tierra
solo Violeta hizo en camino completo,
exactos, sublime.
No siempre se conoce los finales,
Lo seguro es que el camino me lleva,
estaré ahí,
junto a los humildes
al pan amasado cocido en horno de tarro, y el mate,
y la alforja llena de cosas por hacer.
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