Dejar mi huella.

Para remendar mis heridas

me diste parte de tu piel.

Para salvar mi vida me brindaste,

tu corazón, tu alma y tu ser.

Me diste tu indómito espiritu

para llenar mis ausencias.

Merodea mi cuarto tu sombra,

para hacerme sentir tu presencia.

Justo cuando necesitaba un abrazo,

llegaste pronta a mi vida.

Te vestiste de luna

y con las estrellas

me obsequiaron estelas de alegría.

En el imperfecto día a día,

bregamos por seguir transitando.

Nuestros caminos seguirán unidos

porque quiero que me sigas acompañando.

Este amor íntegro siempre se resume,

en la persona que se brinda y acompaña,

la que te mejora, te cuida,

la que te ayuda y también te extraña.

Siempre de alguna manera sentí,

que mi espíritu en algo debería morar.

Las letras acudieron a auxiliarme

y a darme una firmeza que poder plasmar.

Doy muchos pasos para poder dejar mi huella

y llegar a tu alma y a lo que quieras sentir.

Es lo que me llena la existencia

y lo que me induce, nuevamente a escribir.

Horacio Caraballo.-

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