He estado mirándote desde hace un tiempo

y parece que llegaste para quedarte,

Debo decir que al principio me incomodó tu presencia,

levantarme por la mañana y sentir que estas allí,

que me miras a los ojos y me detienes con tus pesadas manos.

No me dejas cuando quiero caminar,

me jalas de la ropa y debo arrastrarte a todas partes.

He batallado sin éxito estos últimos meses,

ahora he comprendido que ya no hay marcha atrás,

No te irás y debo acostumbrarme.

Por eso hoy quiero proponerte un trato,

toma esta copa y bebamos mientras hablo,

es una copa de selecto vino,

que solo comparto con mis seres amados.

Quiero decirte que acepto que te quedes,

no lucharé más para alejarte de mi vida,

te haré un espacio en mi cuarto si lo quieres.

A cambio quiero una sola cosa,

acompáñame a vivir lo que me queda de vida,

llévame de la mano para no correr,

a ver el sol en cada amanecer,

tómate conmigo un café por la mañana,

mientras escucho el canto de los pájaros,

te contaré alguna que otra historia

y tú me cuentas de tu vida cualquiera,

de las hazañas tuyas hazme conocedor,

que yo oiré con profunda atención,

al fin y al cabo, no tengo a quien oír,

nadie parece interesado ya en mí.

Cansancio, amigo, mío de amarga compañía

Acompáñame despacio sin prisas ni arrebatos

a ver la tarde ya cuando el sol se acuesta,

Siéntate a mi lado, pero no digas nada.

Y al caer la noche con la mirada perdida

Déjame dormir mirando al horizonte.

Y si mi sueño se tornara infinito,

cierra mis ojos y déjame allí.

Serás libre entonces de ir a donde quieras,

habrás cumplido tu papel como amigo.

Cansancio, mi amigo ¿me tomas la palabra?

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS