Camino a prisa, él, Oswaldo Mejía, me cita en una cafetería próxima a su estudio. A pesar del frío reinante no puedo dejar de apreciar el sudor de mis manos. Hombre de rostro adusto y fama de solitario empedernido que no suele salir de su “santuario”, ese lugar improfanable, me concede una hora de su tiempo. Voy con mi grabador y una guía de preguntas que él se encargará de invalidar pues la conferencia se torna un diálogo entre amigos. Cuando me ve entrar, se pone de pie y su porte, su estatura, no hacen más que amilanarme ¿Estarán mis preguntas a la altura de este “grande” del arte? Me da un beso, corre mi silla –un verdadero cab……….

PARA VER EL POST COMPLETO,
CLICK AQUÍ👇👇
https://omejiaartist.blogspot….
OPINIONES Y COMENTARIOS