Lo sobrenatural se despoja de mi esencia poética;
y retorno a un estado tan monótono y tan simple;
solamente queda revivirte en mis recuerdos.
A veces, nos quedamos cortos con nuestras palabras y
con nuestras acciones; divagamos en tan delicados
paisajes que olvidamos disfrutarlos…
-Disfrutar la compañía de tan cálida mejía y de pequeñas
manos, que soportan mis indulgencias y mis bohemias de
medianoche.
A pesar de nuestros olvidos, aún te espero, como la lluvia
de la cosecha del terrateniente; aún te espero con el ocaso
sempiterno, aún te espero… fijando bombas atómicas, bombas
que colapsan nuestra distancia.
-Te escucho a través del soplo de tan cálido viento, sumergido en una
vela, aún se aviva la llamarada de tus recuerdos, dichos recuerdos que
se los entrego a la luna, y como un ensueño ¡Felizmente danzamos con
las estrellas!
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