Espacios ordenados,
la destreza
del cemento y el hierro,
Cuestión del mundo civilizado.
Rígidos tendones de fierro,
hechos por manos de maestros, albañiles y jornales,
Poetas del sudor,
De manos duras de corazones blandos,
Enseñan a los graduados.
Construyeron un mundo de ladrillos, adobes y fierro,
lo dieron todo,
No recibieron nada.
Muñón del andamio,
Los sabios de las marmitas
Vasos de tarros, viejos como ellos, los obreros,
Dueños de las maravillas de este mundo.
Tallaron en cemento,
El curso de los
acontecimientos,
Cavaron surcos en la piel del mundo.
Hundidos sin derechos en las fauces de las codicias,
Pelearon con sudor en sus manos,
Tiempos acotados, asistencias
Y sindicatos
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