Galopante, vibrante y Cínica,
así la vida se nos mostró,
siempre de frente y fría,
a veces lágrimas,
otras veces sollozos,
esta vida,
marchante, fascinante,
ajena.
El ciclo no se detiene,
nadie puede cambiar el curso de las aguas del universo,
No importa sí fuiste honrado,
Menos si te cautivo el brillo del sudor ajeno.
O solo pedias prestados,
los tenedores, los tallarines, el laurel,
Solo el mantel era tuyo; ese mismo que servía de cobija,
El que acunaba los sueños del hombre niño.
Cuando la olla no tenía más que esperanzas, verduras plásticas,
Huesos sin sustancia, caldo para muertos.
Insurrección, desobediencia civil,
Baile de truhanes, sueños fallidos,
Espasmos y traiciones,
Jadeantes mentiras.
Admiro a las hormigas
Amo las abejas,
Todos los gatos y los perros callejeros,
porque con ellos me siento unidos.
No me molesta que creas,
en tu esclavizante dios,
El mío únicamente dice.
¡Vive!!!
OPINIONES Y COMENTARIOS