Extrañar es la forma más dolorosa que existe para recordar, es anhelar muy profundamente que su presencia esté aquí aunque no se pueda, es verte en el presente con alguien que solo puede estar en tu pasado, es abrir una herida que quieres que sane; pero no estás dispuesta porque el dolor es el sentimiento más recurrente cuando piensas en la persona que ya no está.
Así que su memoria al parecer depende de lo mucho que esa herida sangre.
Las personas como yo resultamos ser obstinadas en nuestra manera de sentir, para evitar el dolor constantemente nos aislamos de todo, he intentamos sin resultado racionalizar todo lo que es del corazón; con eso sentimos que la inteligencia intelectual supera cualquier debilidad emocional, aunque en el fondo sabemos que es una excusa más para no sufrir por una ausencia nueva, sabemos que el ser humano está hecho para sentir y razonar de misma manera, aunque nunca con la misma intensidad.
Veo su rostro en todo, recorro sus pasos como buscando encontrarla en alguno de ellos, y constantemente y apropósito dejo mi mente en blanco porque la odio y no quiero verla más, no quiero extrañarla más, que idiota fue al dejar que la vida se le fuera de ese modo; como siempre me dejo sin opciones y tomo la decisión final.
Arrastro a diario un montón de supuestos, de ¿Cómo sería la vida si estuviera aquí?, ¿en dónde estaría si su apoyo me acompañara?, a lo mejor los inviernos serian menos extensos… ¡Es obvio eso nunca lo sabré!, pero tengo claro que idealizo algo que a lo mejor no sería tan bonito. BY DA
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