SUEÑO REALIDAD.

SUEÑO REALIDAD.

Eli

03/08/2021

Como todos los días tuve que iniciar con mi rutina diaria, levantarme temprano para preparar a mis hijos y después arreglarme para ir a trabajar en mis labores de docente en el colegio donde llevo ya 6 años. Por las tardes al regresar a mi hogar me acompaña mi hijo menor; pero en esta ocasión se quedó en casa pues hubo una pequeña capacitación de maestros, así fue ese día, ese fatídico día, en que volví sola por el camino acostumbrado… cuando de repente mientras iba por la escuela, algo extraño sucedía en la colonia donde vivía, sí algo muy extraño. La gente corría a sus casas a esconderse pues una amenaza muy grande acechaba la colonia, bueno eso creí al principio; pero conforme las horas avanzaban nos dimos cuenta que el inminente peligro era aún muy grande. Para ese entonces yo estaba fuera de casa, de mi familia, de mis seres queridos. Me encontraba sola en la calle con un pánico que invadía mi cuerpo completo, un extraño escalofrío corría por todo mí ser. No tenía donde ir, estaba en medio de la nada, sola, con miedo y con la incertidumbre de no saber a ciencia cierta qué era lo que pasaba; pero no podía permanecer más tiempo en la calle, pues el peligro estaba ahí y yo también, así que tuve que pensar, hacer algo, no podía seguir exponiéndome a quién sabe qué. Entonces busqué lo más rápido que pude un lugar donde esconderme, hasta que entre tantas casas, fue una la que me abrió las puertas y logré refugiarme ahí. Recuerdo muy bien a la señora y a su pequeña hija quien sin pensarlo dos veces me abrió la puerta de su casa, una casa humilde; pero muy acogedora. En el lugar solo había un televisor, unas sillas y una mesa de madera y su casa de madera también. Recuerdo que ella me dijo _ apúrese, ayúdeme a cerrar la puerta, las ventanas y así lo hicimos y permanecí ahí por unas horas, que para mí fueras eternas, pues no estaba en mi hogar con mis hijos, mi madre, mi esposo, si no con personas desconocidas.

Mientras estuve con ellas, madre e hija, se respiraba un silencio bullicioso, que inspiraba confusión, miedo, terror, incertidumbre, tristeza, soledad, impotencia, acongojo, depresión, dolor y todas las sensaciones juntas que salían de cada una de las personas que estábamos pasando semejante situación. Llegó el día de salir, aparentemente había vuelto la calma a nuestros hogares, y todos empezamos a salir de nuestros encierros. Cuando yo salí se acercó a mí la vecina que vivía cerca de mi casa y me dijo, que era el momento de regresar a mi casa, que ya el peligro había pasado. Y sin pensarlo dos veces caminé lo más rápido que pude y de repente se me cruzó en el camino una mujer que despertó en mí mucho miedo, me detuvo y me tomó de las mejías y con una sonrisa burlona me dijo_ aún no ha pasado el peligro y una de las que buscamos era como tú. Pero solo fue un acto de burla, de broma, así es como ella me lo manifestó: estoy bromeando, vete a tu casa. Salí corriendo lo más rápido que pude y durante el camino me encontré a mi madre hasta que llegamos juntas a la casa, Durante el trayecto a la casa, la gente ya había salido de sus encierros, pues supuestamente todo había pasado. Fue así como desperté con el corazón en la mano, del susto, del miedo que me había dado esa terrible pesadilla.

A veces esas pesadillas que invaden mis noches de sueño, son solo eso, pesadillas y despierto a la mañana siguiente y continúo con mi rutina… rutina que se acabó de un día a otro, en un abrir y cerrar de ojos ,dejamos nuestras vidas, nuestras visitas al parque, al teatro, al cine, a misa los domingos, al fútbol, a las compras, los días de pagos, a los viajes a la playa con la familia, todo quedó en un congelamiento, en un stop y se convirtió en una inminente miedo, terror, acaparamiento, soledad, dudas, preguntas de cuando, cuando será el día en que volvamos a ser lo que éramos, y esta vez no es una terrible pesadilla, no…esta vez es una realidad invadiendo al mundo entero. Ya no hay un rincón en el mundo donde no se haya propagado este terrible virus apocalíptico, como lo llaman algunos, haciendo alusión al libro de jeremías 25: 32 – 34: jeremías 25:32-34 reina-Valera 1960 (rvr1960)

32 así ha dicho jehová de los ejércitos: he aquí que el mal irá de nación en nación, y grande tempestad se levantará de los fines de la tierra.

33 y yacerán los muertos de jehová en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el otro; no se endecharán ni se recogerán ni serán enterrados; como estiércol quedarán sobre la faz de la tierra.

Para muchos esto ya estaba escrito en la Biblia, es decir es palabra de Dios. Pero para otros es una estrategia de poder entre las naciones, en fin… así podríamos sacar distintas conclusiones al respecto, lo cierto es que está latente en nuestras vidas, en estas vidas como simples mortales que somos.

Está aquí, el virus ha llegado a nuestro pulgarcito de américa, a nuestra amada Patria y ha empezado a hacer sus estragos, ha penetrado en las vidas de nuestra gente, de nuestro pueblo más vulnerable, como lo ha hecho en otros países de Europa,Africa,Oceania,Asia y hoy America,especificamente en mi país, el salvador. Hay miedo, terror, zozobra, incertidumbre entre nuestra población, pues no sabemos cuándo y cómo terminara, solo Dios. Por el momento el diminuto virus ha logrado cambiar radicalmente nuestro estilo de vida, desde el cierre de fronteras, cuarentenas domiciliares, suspensión de clases, desórdenes en las calles por la falta de alimento. andamos en la calle con una máscara y unos guantes como si fuéramos seres de otro planeta, ese es nuestro nuevo vestuario, solo para comprar lo necesario, es decir lo básico para subsistir: arroz, frijoles, huevos, sardinas, pan, harina, utensilios de limpieza y con el alma en un hilo, ya no por la delincuencia, la violencia, las ,maras, si no por algo que ni siquiera podemos ver,tocar,escuchar,algo invisible a nuestra vidas, pero tan mortal cuando llega, este ser es llamado coronavirus o covid-19,porque según los expertos, este virus apareció en la ciudad china de Wuhan(provincia de Hubei),en diciembre de 2019. Habiendo llegado a más de 100 territorios, el 11 de marzo de 2020 la organización mundial de la salud la declaró pandemia.

Pandemia, palabra que solo la había escuchado en mis 42 años de existencia, pero que jamás había vivido. Así es como se los he manifestado a mis estudiantes, a mi edad he vivido terremotos, inundaciones, huracanes, guerras, violencia, delincuencia; pero jamás una pandemia. Y hoy, esa simple definición, sacada de un diccionario, se ha convertido en realidad, una realidad que quisiéramos que jamás hubiese sido creada, existido entre nosotros. Solo debemos tener la fe en Dios, nuestro creador, nuestro salvador del mundo, pues él es el único que puede detener, que puede cortar esta prueba, que esta puesta para la humanidad entera. Nosotros como simples mortales no podemos hacer nada, solamente encomendarnos a Dios, doblar rodillas y tener la fe en él. Sí, eso es lo que han hecho muchos, entre estos médicos, enfermeras, que según testimonios, han llorado, han sucumbido y reconocido que Dios es el único que puede contra dicho virus, pues según ellos ya no pueden, ya no saben cómo actuar ante tanta gente que está muriendo, algo que jamás, en su vida profesional de médicos les había tocado vivir. Esto para aquellos que son creyentes, que se han mantenido fuertes gracias a Dios, porque otros no han podido sobrellevar tal situación, este es el caso de una enfermera de Italia, quien al darse cuenta de que ha contraído la enfermedad, ha tomado la terrible decisión de suicidarse. Este es el drama vivido por miles de personas alrededor del mundo, pues no hay un rincón en el mundo en que esta terrible enfermedad no haya tocado a sus puertas Y la imagen de un joven que se lanza de un edificio; pero en medio de tanta tristeza, de tanto dolor, de tanto miedo, de tanta angustia, han surgido cosas buenas, como mensajes enfocados en mantenernos con la fe puesta en Dios, que él nos librará de este virus. Es así como han surgido frases como “si vamos a contagiarnos de algo, que sea de fe, esperanza y amor”, “quédate en casa, te quiero volver a ver”. han surgido también canciones de grupos como lo es la oreja de van gog con el título de la canción” volveremos a brindar” una letra que narra explícitamente la situación vivida durante esta pandemia, como es el hecho de estar encerrados en las casas, de comunicarnos con nuestros seres queridos a través de las redes sociales y la mención que hace sobre las personas de España que salieron a aplaudir a sus ventanas durante varios minutos y han agitado trapos y pañuelos blancos para homenajear a los sanitarios, como se ha podido ver en directo y en vídeos que han circulado de inmediato por redes sociales. Y por supuesto no ha faltado quien no saque un meme, un chiste, de esta situación, con todo esto yo pienso que es solamente una manera de exteriorizar lo que realmente nos provoca este virus, que es el miedo a enfermarnos, a que nos nuestros seres queridos, amigos, vecinos, conocidos y en mundo entero se siga contagiando y se sigan perdiendo más vidas humanas, pues no estamos preparados para una muerte tan cruel como la que provoca este virus, pues las personas mueren en la soledad de una cama de hospital, sin el consuelo de ver por última vez a sus seres queridos y luego ser enterrados inmediatamente sin una vela, sin un entierro digno en donde sus familiares puedan llorarle, rezarle. Esta es la cruel realidad de esta terrible enfermedad.

Es tan grande e incontrolable la expansión del virus que en países como Italia, España han tenido que activar el código de guerra, el cual significa quitar el respirador artificial a las personas de la tercera edad, para priorizar a la juventud, es decir aplican la eutanasia, Y en países como Ecuador las personas mueren en sus casas, en las calles y los cadáveres están o pasan ahí varios días porque ya no hay lugar en los hospitales para atender a la gente. Esto y más está pasando en todos los países del mundo y acá en El Salvador, debido a las medidas preventivas que el Gobierno tomó, como cerrar el aeropuerto, evitar el ingreso de personas provenientes de países como Italia, China, España y cerrar las fronteras, decretar cuarentena sin tener ningún caso aún, a pesar de estas medidas hubo personas que buscaron la manera e ingresaron de manera ilegal a nuestro país, teniendo como resultado a la fecha de este día domingo 12 de abril de 2020 con125 casos confirmados,21 personas recuperadas y lamentablemente 6 muertes. Este es el triste panorama que estamos viviendo los salvadoreños. Cuando terminará esta pesadilla, cuando volveremos a nuestra vida normal, eso solo Dios lo sabe y a él nos remitimos, confiamos en su infinito amor y misericordia, qué pasará pronto. Mientras tanto hay que seguir doblando rodillas pidiéndole a Dios porque derrame su bendición y corte esta prueba puesta a la faz de la tierra, además de seguir con las medidas preventivas como cumplir la cuarentena domiciliar, no salir de casa, a menos que sea de extrema urgencia para comprar alimentos, medicina o porque tengan que ir a trabajar como los rubros necesarios para subsistir como personal sanitario: médicos, enfermeras, personas que trabajan en farmacias etc…

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