Ser o no ser, esa es la cuestión.

Porque hay que tener valentía para ser o tal vez un poco de cobardía. Ser, una elección de quedarse despierto con los retos e infortunios que trae el soñar con los ojos abiertos o, simplemente dormir y dejar que el cerrar de los ojos nos guíen a través de las historias creadas en el inconsciente sin tener la posibilidad de, tal vez, cambiar el rumbo.

Porque se vive con la duda constante, el miedo infinito, las dagas en la espalda puestas por sí mismo pero… esa es la magia del ser, que tiene la capacidad de elección por más nublado que se vea el futuro, por más despierto que se sienta sin la posibilidad de dormir, porque entre soñar y soñar con los ojos abiertos hay un gran abismo que merece la pena saltar. 

Por Isabbela Villa Rendón

– Interpretación del monólogo de Hamlet «Ser o no ser», desde lo que me inspiró este.

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