Y si la vida y la muerte son hermanas
El tiempo es el listón que las une
Ofreciendo sus placeres de obsidiana
En vasijas hechas en oro y azufre
Y hacia la vida parida de ilusión ajena
Promesas fundidas hasta el amanecer
Me abrieron los ojos al llegar el Alba
Y ya estando en el juego no he sabido que hacer
Más del juego se aprende en la última partida
A adorar el regalo más que a uno mismo
Cuando todos los días parecen iguales
Te marca los ojos el dia distinto
Y se unen las hermanas y en el medio sentado
Va aquel niño ahora vestido de anciano
Te cuanta una historia que te habla de un sueño
De instantes inquietos como mariposas en las manos
Mariposas que emprenden el vuelo pleno
Dejando estelas de haber estado Allí
Entonces de un golpe la voz del anciano
Te dice ¡¡¡despierta !!! , que este es el fin.
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