Esperando como aquel

que espera una estrella,

intentando alcanzarle

con los pies en la tierra.

Te vi llegar en la lejanía,

esperando hace una agonía

sin saber a quién vería

o si al menos llegaría.

Te vi llegar como un recuerdo

difuso entre este ruido interno,

te vi y no supe quien eras quizá

o sabía y solo lo quise ignorar.

Te vi y supe que la espera valía,

te encontré sin siquiera buscarte

y aún sin saber que te buscaba,

te quería antes de conocerte.

Pero mis versos no son felicidad,

mi fantasía, mi deseo tan lejano

de nuestra realidad era en verdad

el puro sentimiento que aún

el viento no se había llevado.

¿Realmente he estado solo?

Aún cuando me acompañas

Sin estar realmente, demente

Pero no imposible me concierne.

Si fuese por mi, te escribo

cada diciembre, pero verte

me duele y me recuerda

que sea como sea aún vivo,

el dolor de tu ausencia presente

es lo que me mantiene a cuerda,

como si fuese por lo que sigo.

Al final nada fue verdad

Son solo recuerdos

De algo que jamás pasó.

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