La densa niebla abriga todo bajo su manto. A pocos metros veo la silueta de una persona asomando medio cuerpo fuera de la trinchera. 

Llevamos media hora parados, observándonos. Ni yo sé alemán, ni él inglés. En el rifle solo me queda una bala, guarda custodia de mi trinchera. Ya no sé qué hago aquí, quién es mi enemigo, ni por qué lucho. 

La silueta se incorpora. Luz cegadora. Aturdidor ruido. Olor a pólvora. Registro el cadáver. Solo llevaba consigo una botella de whisky, que tal vez quería cambiar por tabaco o chocolate. Ahora esa botella será mi única compañía.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS