“Si un villero exige un lugar dentro del arte despierta sentimientos muy oscuros y miserables” Camilo Blajaquis

Te recordé Camilo.

Llevas días rondando mi mente.

Comencé a escribirte.

Perfilé tu silueta, tu sombra.

Recorrí tu historia, tus recuerdos.

Tu memoria.

Mentes mortificadas

en las manos que escriben.

Somos tormentos de miseria hecho palabras.

Me enseñaste que el hambre se escribe.

Que la mierda se huele, se come,

y también, se escribe.

Sobreviviendo se vive.

“Solo cuesta vida”.

Me hacías falta Camilo.

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