– Dígame don Anselmo, ¿cómo es que usted pudo pasar?
– No sé, presenté los papeles al gendarme…
– Sí pero… ¿pasó así como así?
– Claro, mi amigo ¿por qué no habría de poder?
– Porque no todos pueden. Hay que ser, usted sabe, uno de ellos, con beneficios…
– Ah, ¿habrá sido por la pilcha? Me puse mi mejor traje ese día. O quizás fue por lo que dije…
– ¿Qué dijo? Si se puede saber…
– Le dije: hola ¿Cómo le va? ¿Cómo lo trata la vida?. ¿Y su familia? ¿Bien?. Qué día hermoso ¿no?. Veo que usted es un buen hombre, porque dedicarse a los asuntos de la ley no es trabajo para cualquiera, debe ser una ocupación difícil, eso de hacerla cumplir y bueno…se necesitan personas como usted. Yo por mi parte…
Y entonces me dejó pasar…
OPINIONES Y COMENTARIOS