Voy perdido en esta jungla a ningún lado.
Indefenso, con mi coraza de papel de púas.
Ocioso y perturbado rodeado de libertad.
Hay en mis ojos una tristeza salvaje.
En este derrotero de mi vida de siempre se me escurren los atuendos.
No sé ya cómo disfrazarme.
Rotos los escudos.
Los ropajes.
Un haz de sol da en la botella en este ocaso.
OPINIONES Y COMENTARIOS