
Tus labios, manantiales en los cuales sería un placer naufragar. Tus labios, manantiales en los cuales no hallaría problema si me llegará a ahogar. Tus labios son preciosos, majestuosos. Tus labios son una mezcla de imperfección y perfección, porque los posee una persona imperfecta, porque al desearlos hace percibir la perfección y porque al besarlos de seguro se saboreará lo perfecto. Tus labios son increíbles, con tan sólo observarlos me hacen sentir que nunca cometí ningún pecado, que soy un hombre sin defecto. Ya te encontré en más de una oportunidad sola, desprevenida, pude besarte aunque sea por un segundo, pero no quiero quedar como un ladrón de tus besos, quisiera que me beses voluntariamente. Deseo que me devores a besos, como lo haces en mi mente. Tus labios son como la luna y el sol juntos, forman un eclipse que me deja perplejo. Al estar cerca de tus labios quedo frágil, tonto, mudo y al mismo tiempo muy feliz, por eso no me quejo. No sé cuánto será la cantidad máxima de besos que dos personas se hayan dado, ni la duración extrema que hayan llegado dos seres, pero contigo quiero hacer el intento, darte innumerables besos y que todos sean duraderos, que el siguiente beso supere al anterior. Me encantaría que cuando lleguemos al cielo, Dios nos diga que somos la pareja recordista de besos, que llegamos a un número de cantidad y duración, casi insuperable, que nos diga que jamás vió en dos almas mutuamente tanto amor…
Jonathan Reguera
Argentina
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