SARA

Ayer te recordé en mi exilio

Tu voz tintineaba en mi cabeza

Imaginaba tu sonrisa de Monalisa

Misteriosa, irreverente, dócil

Tu melena de ondas profundas

Se refrescan al viento de mi imaginación

Tu nombre viejo como los tiempos

Lo nombro, y suena a oriente

Tus manos vuelan alto muy alto

Y con mis recuerdos viajan

Al compás de “I will wait for you”

De Matt Monro

Con ese disco sublime viene el otoño

Con su cielo gris y húmedo

Y aun así me aferro mas

Al recuerdo de tu mirada

A tus ojos de vicuña

Que ya no veo mas

Pero existen en mis pupilas

Como negros tatuajes

En los cuales veo

La almendra que forman sus líneas

Atormentado

El amor está ausente hoy

Como la luna en esta noche

El dolor me insiste en recordarla

Y mi voz la nombra desde el fondo de mi corazón

El frio arrecia y sube desde mis pies quietos

El viento juega junto a mi

Y me figuro que vienes y te vas con el

El amor duro poco

Y el olvido se me hace inacabable

Insoportable

Nos juramos una vida

Y la vida nos dejó varados

Separados

Me siento a la mesa

Y recuerdo tu mirada en celo

Caminando en derredor

Retándome a la lujuria

Tomando las noches por asalto.

Noche

La noche

La negra, húmeda y fría noche miraflorina

Me recuerda a ti

Paseando en silencio por el malecón

Tu

Mirándome con intensa picarda

Elevando tus manos como pañuelos danzantes

Saltando entre las bancas del parque

Con esa coquetería limeña

Pintada en los libros de historia

Yo

Solo mirándote absorto

Bajo este espejo azul

Como halcón

Para que no te escapes

Como niño

Aferrado a tu regazo

El tiempo nos gobierna

Nos despoja

Nuestros pétalos marchitos caen

Una y otra vez

Y en el umbral del adiós

Te miro

Ya no estas por las bancas

Ni alzas tus manos

No veo tus ojos de ópalo

Y solo soy un fantasma ahora

Que no sabe

Decir adiós

Enamorado

Porque los sentimientos mas profundos

Nacen en aquellas noches de soledad

Mi alma entonces te reclama en mis palabras

Y mis palabras te recrean

Te dan forma de mujer

Te espían

Te acosan

Y puedo hacerlo sin castigo

Y sin señalamientos

Porque en noches como estas

Me siento enamorado

Dispuesto a la castidad

A dejar las hombrías y posturas

Y me resigno a ser domado

Por una caricia, por un beso

Por una noche

Por un instante

Que será eterno

Mis palabras Eva

Me condenan por perderte

Yo parado y solo

En este inmenso espejo nocturno

Como huaca pétrea

Que quiere ser liberado

Y ser lanzado a una velocidad meteórica

Y cruzar tu corazón

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS