Dos poemas Que obscenos espejismos sembraron con sed tus oídos. Y como un parto vertiginoso de palabras, los vociferantes huecos de la luna te arrastraron. El miedo se columpiaba en la voracidad de mi silencio. atravesé mares pretendiendo alcanzarte, y mi voz se ahogó en la vastedad y la desmemoria. Tus ojos cruelmente callados emergen...
Seguir leyendo
42
1