Perfil público

Me conocen por ser la chica de la cabeza rapada.
Ya me ha crecido, el pelo digo, pero sigo siendo conocida por raparme la cabeza al 0.
Una vez leí uno de mis cuentos en la biblioteca pública de mi pueblo. Estaba tan nerviosa que sentía el corazón en mi garganta con la misma velocidad con la que galopan cien caballos.
Al final no fue para tanto, el corazón volvió a su lugar, los chavales se portaron genial y leímos el cuento todos juntos. Ese mismo día por la tarde fui a comprar al supermercado, y casualmente me topé con uno de los chavales. Es un pueblo pequeño, así que llamarlo casualidad sería mentir. El caso es que me vio, me saludó simpático y segundos después se dio la vuelta para decirle a su madre: "Ella fue quién nos leyó en la biblioteca mamá". A lo que su madre respondió: "¡Ah si! la de la cabeza rapada"

¿Y por qué cuento todo esto?

Pues porque esta soy yo. Soy inseguridad, soy miedo, vergüenza... Soy un momento amargo, una pesadilla que jamás acaba, una lágrima que no pasa de la mejilla...

Y dicen por ahí, que los peores momentos sacan lo mejor de ti, y de mí sacó el amor por Stephen King, Neruda, Virginia Woolf... Sacó cada letra de las teclas de mi ordenador para soñar despierta sobre un documento nuevo en "Word". Sacó de mi cabeza dragones, princesas en apuros, vacas con alas, e incluso tigres que hablan con acento francés.
Sacó un: "Érase una vez..." en una hoja en blanco que terminó con un: "Y vivieron felices para siempre".
Sacó un momento dulce ante una taza de café en el bar de la esquina mientras escribía:
"Me conocen por ser la chica de la cabeza rapada"