Creo el Ángel susurra, señala y muestra el pensamiento,
pero no hace más que eso,
sino continuar mostrando el cartel,
que lleva al camino correcto, de paz,
y “verdadero”.
¿Y si me enamoro de mí?
Bien que hace falta, pero, ¿hasta ahí llegas tú?
¿No puedes empujarme, jalarme?
¿O estoy tan contaminada que
tu mirada de amor y accionar respetuoso no funciona en mí?
Bien que hace falta,
bien que en mi interior hay amor,
¿por qué no gestionarlo en mí?
Pero de nuevo, ¿hasta ahí llegas tú?
Bien que hace falta llenar el sentido de
pertenencia, aceptación, amor.
Pero de nuevo te pregunto y con mayor inquietud,
exigencia y cansancio que la última vez,
¿hasta ahí llegas tú?
Dueños de mi ánimo,
mis anhelos y peores pesadillas,
hasta ahí llegan ustedes.
OPINIONES Y COMENTARIOS