Aquí estoy después de tanto andar, en esta especie de conciencia real adquirida del todo que me rodea, este estado que solo viene cuando la desgracia se nos torna monótona, cuando pareciera que no se puede amanecer sin esa gota obligada de amargura, ese sabor amargo que me dice: “no todo está bien”. Ya no sonrío como antes, los momentos felices se convirtieron en una vil mentira difícil de digerir. Ya no creo en las personas que viven sin advertir esta gran mentira de la comedia continúa, como si todo mal desapareciera en unas vacaciones en familia y… esa foto familiar como salida de un anuncio de medicina prepaga.
Llegara el final para todos, la caja a medida y la tierra húmeda removida por aquel empleado municipal que chupa mate mientras prepara tu último escondite. Las velas de tu último cumpleaños han doblado su tamaño y…el templo de las lágrimas levantara un muro de lamentos a tu alrededor, disculpas nunca pedidas, afectos jamás expresados serán depositados en tus oídos ahora sordos para siempre. No podrás creer ni dudar, porque el frío y el viaje harán que resulte imposible escuchar a los que inmersos en su supuesto y egoísta dolor nunca dijeron. Cuando tu cuerpo aun respiraba el mismo oxígeno y por tus venas aun corría el tibio rio de la vida.
Lo demás es puro verso. Verso la solidaridad, verso el “te amo para siempre”, verso aquello de “dar las vida por tus hijos”, verso anunciarte incorruptible en tus convicciones confundiéndose con capricho y testarudez.
Verso “el mejor amigo” y el “mas que amigo un hermano”. Pues con que hayas llegado a ser un buen amigo… allí reside la diferencia. Verso “lo primero es la familia” y el eterno chamullo de “La sangre tira”… ¡algunas bestias se comen a sus crías!
Nunca le debí la vida a nadie, salvo al creador de todas las cosas, si es que existe y si no… fue verso. ¿Porque te debo la vida?, ¿Por qué deseaste que llegara?… o ¿porque la lujuria no te dejo medir las consecuencias?
Amor es la palabra más simple en apariencia dentro de todos los ricos idiomas de este mundo, pero sin embargo lo más difícil de llevar a la práctica. Cansado estoy de las palabras que no tocan fondo, de todo aquello que de un soplo se lo lleva el viento.
Porque seguimos esquivando a los chicos de las calles… y los colocamos luego sin tapujos en nuestros reclamos de justicia, cuando en fin… la justicia también resulta verso. Cansado de que admires mi inteligencia pero juzgues mi apariencia, cansado del “yo te banco” que dure lo que dura un mal esfuerzo. De que el: ¡estamos todos con vos! ¡Todos queremos ayudarte! Termine siendo la ayuda peor que la enfermedad. No dobles el peso de mis malos momentos con esa palmada al hombro que solo suma los kilos de tus infiernos. Porque bien recuerdo a quien me ha extendido una mano sincera, y por ello aprendí que siempre hay que ser agradecido. Hay lecciones en la vida que no se encuentran en los libros.
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