Un sentimiento horrible,

recorre mi alma maltrecha,

como si terminara de romperse,

o haciendo aún mas grande la brecha.

No hay palabras para definir,

el agudo dolor que siento,

por haber perdido al amor,

que tanto estuve queriendo.

El paraíso estaba a mi alcance,

pero como todo, se me ha escapado,

y mi destrucción es inevitable,

se ve que así, estaba destinado.

Con el recuerdo de sus caricias,

y la felicidad en mi interior,

puedo dar las gracias,

de haber conocido a Dios.

Se encontraba en frente mio,

tenía forma de mujer,

e hizo que mi corazón baldío,

fuera labrado otra vez.

Aunque el destino quizo que así fuera,

esperaré el día con avidez,

el día en que mi corazón sane,

y pueda ser feliz otra vez.

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