Vivencias de una juventud.

Estoy tendida en mi cama, no sé si espero una señal o solo que alguien venga a rescatarme, he pensado mucho en lo bien que se sentiría rescatarme yo sola, buscar las fuerzas en lo mas recóndito de mi alma, pero para estos momentos, estoy completamente debilitada y me parece necesario ser rescatada.

¿Cuánto más hay que vivir sin sonreír genuinamente? ¿Será la muerte la verdadera vida?

Esas preguntas se adhieren tanto a mi mente que es difícil no hacerlas parte de mi & de mi vida cotidiana.

Ni yo misma sé en que momento comencé a ver la vida con otros ojos, la falta de cariño & de comprensión, te hacen vivir de la forma en que menos te imaginas, el tiempo sigue su curso, sin dejar que te acomodes un poco para poder sentirlo, no se apiada de ti, como el conejo blanco siendo perseguido por Alicia, así yo, siguiendo al tiempo sin encontrar descanso.

Sé que todos quisiéramos detenerlo para poder tomar un respiro.

¿No es así?

No sé realmente si escribo con el corazón o con las sensaciones del momento, tal ves, estoy demasiado vulnerable para pensar con claridad lo que dan a entender mis palabras, pero sé que la mejor forma de expresar el dolor, es escribiendo.

Y como he dicho, el tiempo me esta consumiendo, me esta consumiendo a tal grado que creo que me estoy perdiendo, solo estoy tratando de armar las piezas de este rompecabezas tan grande que es la vida, pero me estoy perdiendo en el intento, el tiempo es cruel conmigo,